martes, 31 de enero de 2012


LA VIUDA YA PERDIÓ EL JUICIO

Un  gitano  bailarín

que sin carnet conducía,

señales no conocía,
y al pasar un peatón,
lo atropelló, sin razón,
y lo lanzó a la otra vía.

El pobre se fue a la tumba
y la mujer, sin marido;
y un gitano presumido,
con un coche fabuloso,
le quitó lo más hermoso:
al ser que la había elegido.

     Después de matarlo bien,
el bailarín se nos fuga;
más la autoridad no duda,
y encuentran al responsable;
pero nadie saca el sable
para hacer justicia pura.

Preparan la coartada,
para culpar a un hermano,
que con inocente mano
se iba responsabilizar,
ya que al tener que pagar,
él era un pequeño enano.

      Interviene la justicia
toda vestida de negro;
y la viuda, sin consuelo,
solo le queda el llorar;
porque esto de reclamar..,
es perder tiempo y dinero.

      Un abogado “famoso”,
de los que no pierde juicio,
compra, quizás ya por vicio,
a toda la Corte entera,
y sigue haciendo carrera,
que no tiene desperdicio.

       Otros, por menor  delito,
tienen que cumplir condena;
y el necio que tenga pena,
que aprenda a ganar dinero,
que para ganar el Cielo
ahora hace falta “moneda”.

¡La viuda ya perdió el juicio!

y recurre de inmediato;

pero volverá el ingrato,
llamémosle Don Dinero,
a demostrar lo primero:
¡Lo que es gozar de buen trato!

      Todo se vende en la vida
por causa del egoísmo;
y el pobre, cae al abismo,
y nadie puede sacarle;
pero si vas ayudarle,
a  ti  te pasa lo mismo.

      Apliquemos la justicia
que Dios puso en nuestras manos,
pues todos somos hermanos,
y no existe más razón,
que amarse de corazón,
mis queridos ciudadanos.

      ¡Viuda, que té quedas sola,
triste y muy desamparada,
lucha como condenada,
porque que éste mundo inherente,
siempre atropella a la gente
que está más debilitada!

      Se endurece el corazón,
y hasta el alma se estremece,
porque hay quien dicta “sus trece”,
por ser “un sabio oportuno”;
pero honrado, ¡no hay ni uno!
aunque a veces lo parece.

      Si “tropiezas” con dinero,
cuando hablamos de “justicia”,
recuerda que la avaricia
atropella las razones,
las almas, los corazones,
aunque dobles tus rodillas.

      El mal, se extiende cual plaga,
y si se corta,  retoña,
y aunque crece y da ponzoña,
se sufre de muchos modos;
más la tierra ¿no es de todos?
¿Me lo preguntas con “coña”?

Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes
.

LAS GUERRAS

 ¿Fue mi infancia triste?
¿Recuerdo mis penas?
¡Recuerdos mil cosas;
mas no todas buenas!
por haber  vivido
rescoldos de guerras,
que siempre desgarran;
tu formulas quejas
contra los tiranos
que jamás se quejan;
porque los que sufren,
viven entre rejas.
 ¡Malditas las guerras!
 cambian los destinos,
pierdes tus ovejas,
por tristes caminos,
 ¡no admiten quejas!
porque te vencimos.
¡Así son las cosas
mi querido amigo!
El  hombre  afligido
quiere  levantarse;
pero  está  abatido,
cual  árbol  caído
por desmoronarse,
porque le han cortado
junto  a  mi  camino,
donde crecen hierbas,
rosales  y  pinos,
junto a otras malezas
con  verdor divino,
que alegran la vida
lo mismo que el vino;
pero  con  resacas;
que tuercen caminos,
tuercen tantas cosas
que hasta los amigos
te miran de lado
si  andas decaído,
porque si flaqueas
te quedas   vacío,
como  a  río seco,
que ya no es un río,
donde había peces
que se han extinguido.
¿Qué nos dan las guerras
que se han repetido
por toda la tierra
mi querido amigo?
¡Nos dejan angustia,
lamentos y olvidos,
por los que se han muerto,
por los que han sufrido,
por los maltratados,
por los afligidos,
por los despreciados,
por los mal nacidos!
  ¡Malditas las guerras,
mil veces lo digo;
pues son un calvario,
sin manta ni abrigo;
pues lloras y sufres
por los que han sufrido,
porque que los más fuertes
así lo han querido!
 Cuando existen guerras
siempre hay un vencido,
siempre  hay un pagano
que es quien ha perdido,
sin haber razones,
tal  como lo digo;
por las ambiciones
de algún mal nacido,
que mata a su padre
por un viejo abrigo;
pues no es el primero
que está decidido
ha vender al padre,
el ser más querido.
¡Somos como bestias!
Sé bien lo que digo
queridos amigos,
ya que por desgracia
se compran abrigos,
por causas horrendas
del soberbio altivo,
que se siente fuerte
sabio y entendido;
pero es un cobarde,
pobre y mal nacido!

Cecilio García Fernández
San Martín de Podes


LA FE

De los dones que Dios da,

el más grande es el amor,
ya que con el, nos amamos
al no existir el rencor,
 causante del gran dolor
que padecen los humanos.
¡Cojámonos de las manos,
y unámonos por favor.

El amor limpia la mente
el alma y el corazón;
por eso te clamo a ti
en todas mis oraciones,
donde explico mis razones
desde que te conocí,
ya sé que vives en mí;
pues conozco tus perdones.

¡Dios mío, cuantas maldades
guarda nuestro corazón!
Recurramos siempre a tí
por ser quien das el perdón.
¡Jamás te apartes de mí!
y dame tú salvación,
 ya que al entregarme ti,
fue mi mejor decisión.

El mundo no te conoce.
¡Es un mundo de dolor!
El mundo siempre a lo suyo
sin otra preocupación.
¡Esta es la ley del más fuerte!
y dicen que es la mejor.
Hay que vivir, pues la muerte,
te llega como un traidor.

Nos dicen que Dios existe;
pero, ¿no será un error?
Hay que aspirar a ser ricos.
Ser ricos, es lo mejor.
Yo quiero ser dominante;
pero; ¡con  todo el honor!
Si quieres ser hombre amante,
cometiste un gran error.

¿No ves que son cuatro días,
y los cuatro con dolor?
No cometas osadías,
Ablanda tu corazón.
Tu lucha con valentía,
como los hombres de honor.
Yo sé que la vida es mía
Yo no necesito amor. 
¡Sigue, sigue por ese camino!
¡ya llegará la factura!
puedes beber de ese vino;
que aunque bebas con mesura,
lo vas a pagar muy caro,
sin ir a la sepultura.
¡Muchos piensan como tú,
y presumen de cultura!

Yo a Ti, te pido Señor,
que tengas benevolencia,
que escuches nuestro clamor,
y ten con ellos con paciencia.
¡Sácalos de ese error!
Necesitan Tu clemencia.
Apártalos del dolor,
y de toda indiferencia.

Tú sabes muy bien, Señor,
que fueron bien engañados
por miles de religiosos
que están por todos los lados.
¡Abre sus ojos Señor!
y también abre sus  mentes.
Me causa pena  y dolor
ver perderse a tanta gente.

Cristo murió en la Cruz
por todos los pecadores;
pero hay que creer en Él,
y pedirle mil perdones.
Él no quiere que te pierdas.
¿Por qué no entrar en razones?
Si no quieres aceptarle,
vendrán las lamentaciones.

Él te conoce muy bien.
No presumas de ser santo;
pues, la bondad de los hombres,
brilla, igual que un encanto.
Ya ves los tiempos que corren.
Todo es pura corrupción.
La ley siempre fue del fuerte.
¿Qué importa tener razón?

¡Pide perdón a Jesús!
Luego el arrepentimiento.
Muere con Él en Su Cruz,
y puedes vivir contento.
Tendrás una vida eterna
con mucho gozo y amor.
¡Por favor, llama a Su puerta!
¡Que él te conceda el favor!


Cecilio García Fernández
San Martín de Podes

JUSTIFICADA DEDICATORIA
  En el principio creo Dios el Cielo y la tierra. Génesis 1:1
      La gracia de Dios se ha manifestado para salvación de todos los hombres. Tito 2:
      En las mochilas de los estudiantes de la Suiza francesa se halla un texto algo insólito: Se trata de la dedicatoria colocada en el encabezamiento de una serie de libros de física, elaborados con todo el rigor científico posible. Hela aquí:
      A ti, que creaste todas las cosas.
      A ti, que dejaste en tus obras las señales de tú sabiduría y tú poder.
      A ti, que le diste a los hombres una inteligencia y les permitiste descubrir algunos de los secretos de tú creación.
      A ti, que te revelaste y hablaste por tú Hijo hecho Hombre, hablaste y hablan aún en la Biblia, libro vivo.
      A ti, que ofreces aún a los hombres tu Gracia y tu Salvación, a pesar de la indiferencia y el desprecio del mundo, pese al homicidio de tu Hijo.
      A ti, oh Dios, sea honra y agradecimiento.
      ¿Qué hace éste texto en un libro científico? - se pregunta en un primer momento el lector sorprendido.
      En una época en que los niveles elementales de muchos docentes se esfuerza por inculcar a sus alumnos que la noción de un Dios creador está caducada, nos regocijamos por éste testimonio. Su autor quiso manifestar que en éste Creador halló un Dios de Amor, a un Dios Salvador, a un Dios que habla y a quien se debe de escuchar.
      Ante éstas palabras, escritas sobre las mochilas de dichos estudiantes, más las que figuran en las Escrituras, donde hallamos la grandeza de nuestro Dios, su poder, su misericordia y el amor de nuestro Señor Jesucristo dando su vida por todos, yo no puedo comprender, ni admitir, que los Hijos de Dios, que somos los entregados a Cristo, tengamos que sufrir el desprecio de personas que, por falta de conocimiento, ó por haber caído en las redes del maligno. Te desprecian, se burlan de palabra, gestos y aptitudes poco respetuosamente con las personas que solamente tratamos de ensalzar el nombre de Cristo.
      Jesús, por medio de su Palabra, ya nos advirtió de lo que nos esperaba, por parte de aquellos que no le quieren admitir como el ÚNICO Salvador. A pesar de los desprecios y malas palabras que tenemos que recibir de éstas personas, tenemos el deber y la obligación  de hacer lo que Jesús nos mandó a todos sus seguidores: Id por todo el mundo y `predicar el Evangelio.
      Si el Evangelio nos mandara adorar imágenes, las adoraríamos. El Señor ya hizo su obra; así pues, leamos su Palabra y comenzaremos a conocer a Dios por medio de su obra. Buscar la Verdad y ella os hará libres Son cientos los versículos que advierten lo que significa  adoración de imágenes, llamada “idolatría”. Ya hay bastante idolatría con los vicios y perversiones que existen y que son la esclavitud del hombre. Cuando Dios habla de libertarnos de toda esclavitud, se está refiriendo a todo tipo de cadenas que nos atan y nos prohiben ir a Cristo, el libertador del hombre.
      Efesios 1:20 dice: edificados sobre el fundamento de los Apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.
S. Lucas 1:46, 47 y 48: Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador, porque a mirado la bajeza de su sierva; pues aquí, desde ahora me dirán Bienaventurada todas las naciones.
      Eso es lo que le corresponde a María, ni más ni menos; pero que hombres pecadores se interpongan para anular las palabras de Dios  y pretendan imponer las suyas propias, es una aberración.
      Sí María llama a su Hijo su Salvador, cuando todavía lo tiene en su vientre, ¿cómo se atreven hombres pecadores (lo somos “todos”) a glorificarla y adorarla más que al mismo Hijo?  ¡La necedad del hombre es la causa del comportamiento humano!
      S. Lucas 6:46. ¿Por qué me llamáis Señor y no hacéis lo que yo digo?
      Como vemos, Jesús insiste y no se cansa de repetir, que andemos en obediencia y que no hay más Dios y Salvador que él.

Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes
No recuerdo el autor de la parte superior de éste escrito, ni tampoco de dónde lo copie.

SALINAS MI SEGUNDO PUEBLO


SALINAS, MI SEGUNDO PUEBLO

Vivir en Salinas
vivir en el Cielo,
vientos de Levante
en la mar que veo,
vientos del Nordeste
sin un aguacero,
mujeres bonitas,
las miro,  las veo;
pero pasa el tiempo,
hay que ser sincero,
todo se termina,
lo hermoso y lo feo;
mas, Salinas sigue,
tal como la quiero,
mi vida me dice,
 hay mil desconsuelos;
pero hay ilusiones,
comentan, lo creo,
pues la vida es corta,
yo corta la veo,
mas trae  mensajes
de nuestro Cordero,
bendito mil veces,
ya que en él yo creo,
creo en sus palabras,
y en lo que no veo.
¡Niños mueren de hambre!
y sobra alimento.
¿Tenemos conciencia?
pregunté hace tiempo;
sí; pero dormida,
y esto no es cuento.
¡Muchas nubes negras!
¡también hay tormentos!
Ya vuelvo a Salinas,
pues la llevo dentro.
¡Qué pueblo tranquilo!
la gente en silencio,
andan por las calles,
parecen contentos,
el domingo a misa:
Entran en el templo,
rezan, los que rezan,
hablan en silencio,
tristes, ó contentos;
el cura es muy noble,
les habla de cosas,
les da su alimento.


Entre oraciones, o rezos, yo siempre a mi Dios pedía,
que me aclarara mis dudas, cuando no las entendía.
Le hice muchas preguntas, y a todas me respondía,
y esta costumbre tan buena, la hago todos los días.

Cuando aclaraba mis dudas, mi fervor siempre crecía
y era tan grande mi fe, que jamás me arrepentía.
Cuando le pedí  favores, cosa que no merecía,
él siempre me consolaba, con su sabia maestría.

El mundo importa muy poco, ya que todo es vanidad.
El mundo quiere “poder”. No le importa lo demás.
Tanto tienes, tanto vales; pero esa no es la verdad.
 Pregunto: ¿De dónde vienes? Y dime: ¿Adónde vas?

Tengo el Espíritu Santo, y no es una fantasía,
y hasta puedo demostrarlo sin ser ninguna osadía,
ya que Cristo no cambió, ni cambiará  ningún día.
Lo que Él promete lo da; es Dios de sabiduría.

Todo cuanto quiero hacer, lo consulto a mi Señor,
y además tengo respuesta. ¿Puede haber mayor honor?
No te sientas importante, te  lo  pido  por favor,
ya que solo somos barro; mas Cristo nos redimió.

¿Dónde tienes tú el poder, si te atreves a decirlo?
¡Mira que no somos nada!  No hace falta discutirlo.
Vivimos con ilusión; pero la ilusión  es vana.
Hoy te sientes muy feliz, y puedes partir mañana.

No pongas tu fe en los santos, obra de cualquier artista;
pues estás equivocado; Dios no precisa tallistas.
La “idolatría” es pecado; pero de mucha importancia.
Jamás confíes en hombres, porque nos sobra arrogancia.

Si conoces la Palabra, y andas de acuerdo con ella,
ya encontraste la Verdad; Satanás no te hará mella.
Pide perdón a Jesús, que tiene mucha clemencia.
Él jamás Te va a decir:  ¡Te pongo una penitencia!

 Salinas, 3 Junio 2.000
Cecilio García Fernández.


lunes, 30 de enero de 2012



JUSTICIA


   Sé que escribo versos “duros”,
que a todos no satisfacen;
pero todo aquel que la hace,
también la debe pagar,
pues es muy fácil callar,
lo que no nos satisface.

   Vivimos como podemos,
en éste mundo embustero;
donde siempre es lo primero,
tener el “pienso” abundante,
porque la lucha es constante,
para llenar el  puchero.

   Envidio a los animales,
en cuanto amor y justicia;
pues no tienen avaricia,
solo luchan por vivir.
Nosotros por conseguir,
una  renta vitalicia.

   Los animales trabajan
para poder subsistir;
nosotros, todo es mentir.
¡Que trabajen los esclavos,
que para eso están dotados,
para  luchar  y  sufrir!

   Dios nos dotó de talento,
para repartir  los bienes;
más no sabes lo que tienes,
porque existen los tiranos,
que te roban con sus manos,
nada más que te entretienes.

   El pobre,  en su orfandad,
de la riqueza es deshecho,
porque vive muy estrecho
y no sabe que le pasa;
pero el debe tener casa,
iglesia, escuela y derechos.

   Sé que Dios hará justicia,
y no quedará un humano,
que haya sido infiel tirano,
sin la justicia de Cristo;
que te llevará al abismo,
y allí serás un gusano.

   El león vive en la selva,
y la ballena en el mar,
lo mismo que un calamar
y  el águila  tiene un  nido;
y el pobre no tiene abrigo.
 ¿A quien puede reclamar?

   Yo como tengo mi fe,
espero que la justicia
rompa con esa avaricia
que tiene el explotador,
que es causante del dolor,
por causa de su inmundicia.

   ¿Por qué defiendo a los pobres
si es luchar contra corriente?
Eso  me  dice  la  gente
que tiene un buen corazón.
Yo lucho por la razón,
pues Cristo es omnipotente.

   Existe un libro muy sabio
que leía Jesucristo;
pero sé que está mal  visto,
porque nos dan mucha “caña”;
pero a mí, ya no me extraña;
es cuestión de fanatismo.

   Las palabras son tan sabias
y tan llenas de verdad,
que descubren mi maldad
y debo pedir perdón;
pues no existe otra razón,
que vivir con humildad.

   Yo solo sé denunciar
injusticias inhumanas;
pero, o pierdes ó ganas,
ya que corremos peligro,
de quedarnos sin abrigo,
por las buenas ó las bravas.

   Todos esos traficantes
usureros  y ladrones,
nos parten los corazones
al ver niños  inocentes,
maltratados por las gentes,
por causa de esos bribones.

   Nadie se sienta ofendido
por  decir  estas verdades;
pues hay muchas vanidades
que atropellan las razones,
destruyendo  corazones,
y  dando  calamidades.

   Saber todos los ingratos,
que la vida se termina,
pero hay una luz Divina,
para aquel que se arrepiente;
pero observa bien tu mente,
porque ella lo determina.

Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes

Versos cristianos por Cecilio García Fernández: Versos cristianos por Cecilio García Fernández:

 Versos cristianos por Cecilio García Fernández: