jueves, 4 de noviembre de 2010

CRISTO ES LA ROCA

Cristo es la Roca, que siempre está brotando,
Agua  de  Vida, con  abundante  amor.
Cristo es la Roca, que siempre está calmando,
Penas  y angustias que tiene el corazón.

Cristo es el barco, en  el cual yo  navego;
Cristo  es  la  Fuente  de    inspiración.
Cristo es el Viento, que aviva en mí, Su fuego.
Cristo  es  Calmante, que alivia    dolor.

Cristo es la Luz, que alumbra mí camino.
Cristo es la Aroma que desprende la flor.
Cristo es el Pan, y también es el Vino.
Cristo  es Maestro,  y Santo  Salvador.

Cristo es el Agua, del mar donde habitamos.
Cristo es la Estrella de un Santo amanecer.
Cristo es el Campo, donde cantan los grillos.
Cristo  es  el  Sabio, el  dueño del Poder

Cristo es el Verbo, y yo no me confundo.
Cristo es la Nieve del nuevo amanecer.
Cristo navega contra cualquier corriente.
Cristo es el Santo y Estrella de mí ser.


Cristo nos calma, en todos nuestros llantos.
Cristo me alivia,  en mi gran padecer.
Cristo es Pastor, que cuida sus rebaños.
Cristo  es  León  que  sabe  defender.

Cristo ha sufrido por todos mis pecados.
Cristo ha sufrido al verme padecer.
Cristo ha sufrido al verme sollozando.
Cristo es tan fuerte que no puede perder.

Cristo  es Cordero, y fue sacrificado.
Cristo ha  vencido  al  enemigo  infiel.
Cristo ha vencido, en vida, a la muerte.
Cristo ha salvado al hombre más infiel.


Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes


LA MUERTE

Si vas al tanatorio, por desgracia,
quizás te quedarás frustrado,
por ver al ser que más amabas,
dentro de un ataúd, muy bien pintado.

 La marcha es triste y angustiosa,
si partimos sin rumbo conocido;
pues por falta de fe, te habrás perdido,
por mala información, no te has salvado.
.
Los que tenemos ya las sienes plateadas,
ó con mechones muy grises en la frente;
con tristezas, y fría luz en las miradas,
nos vamos extinguiendo lentamente.

¿No existen en tu vida desengaños,
que has podido evitar con armonía?
¿No sabes que sin Cristo, tu agonía,
te llevará a sufrir, por muchos años?

Los fracasos, las penas y alegrías,
los lamentos de la juventud perdida,
que se escapó, igual que un fugitivo;
dejando en nuestro corazón su herida.

Lamentarás el tiempo que has perdido,
esperando subir muchos peldaños,
llevando golpes y más golpes por la vida,
como un niño infeliz de pocos años.

Debemos meditar muy bien las cosas,
pensando en las Palabras verdaderas,
pues la ignorancia, nos pesa como losas,
que te atan a fracasos, y a cadenas.

La vida, que Dios a me ha regalado,
debo de administrarla sabiamente,
pues sabiamente, a todos nos la ha dado,
no tratemos de imitar al insolente.

Solo una vez, pasamos por la tierra,
por lo tanto, debemos ser prudentes,
buscando siempre  paz, y jamás guerra,
que por matar, el hombre no es valiente.

Nuestra piel, con arrugas, más los huesos,
llevan dentro metida nuestra historia,
y una vez que nos llevan al sepulcro,
somos polvo, pero el alma,
es la ruina, o la victoria.

San Martín de Podes


A MI AMIGO JANO -Casa de Donato- San Martín de Podes-

   Hoy me ha contado una amiga
la historia del Santo Jano,
que Dios llevó de Su Mano
hasta la cima del Cielo;
porque su bondad fue pura.
Ya no está en la sepultura,
ya no reposa en la tierra,
hoy contempla al Cristo vivo,
el que a ti te ha redimido,
si te has entregado Él,
Pidiéndole Su perdón,
con la más pura obediencia
con toda fe, que es creencia,
en que ha vencido la muerte,
y ha de volver, ¡vaya suerte!,
para recoger los suyos,
porque es un Dios de justicia
que perdona la avaricia
del necio e intransigente.

Jano: Yo te conocí,
mas no en toda tú grandeza,
y hoy me da mucha tristeza
no haberte reconocido,
para darte el merecido
que tenía tú nobleza.

Hoy doy gracias a Marina,
porque te dio de comer
en múltiples ocasiones,
-no me importan las razones-
yo valoro el hecho en sí.
Jesús también lo hizo así.

Tú supiste agradecerle
con tú noble corazón,
escribiendo, con razón,
tú puro agradecimiento,
lo que llevabas muy dentro,
bondad y mucha ilusión.

Que gran lección nos has dado.
Que gran amor has tenido.
El mayor ejemplo honrado
De todo lo que has amado,
Y no has sido comprendido.


A JESÚS DE GALELEA

   Tú apacientas los rebaños,
y ellos te causan dolor.
Ya pasa de dos mil años,
y entre fieles, y entre extraños,
siempre ha existido un traidor.

  ¿Cómo es posible que Judas
Te causara tal dolor,
sabiendo -pero sin dudas-
que entre verdes, o maduras,
se camufla un malhechor?

   Él conoció tus milagros
y durmió, en tú aposento;
Llegó a comer de tú plato.
¿Cómo pudo ser ingrato
un hombre de su talento?

   Tomás, dudó ciertamente
de tú palabra bendita.
Pedro, te niega tres veces,
y tú, sé que te estremeces
mientras el mundo se agita.

   Cuando sanabas -a todos-
Te perseguían con saña;
Te buscaban como lobos,
para matarte, entre todos;
pero no era gente extraña.

   Te coronaron de espinas,
para burlarse mejor.
Causas torpes y mezquinas
que nos llevan a las ruinas,
todo por falta de amor.

   Todos somos como Judas,
nos vendemos por muy poco;
y si alguien tiene sus dudas,
ver como cambias, o mudas,
en este mundo tan loco.

   Diste la vida por todos
y pocos siguen tus pasos;
Luchemos de todos modos,
y no hablemos por los codos
y llenemos nuestros vasos.


   Eres Dios de la Verdad
y a lo bueno, das de paso;
más sufres nuestra maldad,
la envidia y la vanidad,
y de eso está lleno el vaso.

   Yo me siento complacido,
pues tú muerte me salvó.
Sé que no lo he merecido;
mas sé, que estoy redimido,
pues la Cruz me redimió.

   Si amanso mi turbación
y templo bien mi “mollera”,
veré, que no es ilusión,
el fruto de mi razón.
Se lo aseguro a cualquiera.

   Si alguien desprecia a Jesús,
cambiándole por un “santo”:
¿De qué te sirvió su Cruz,
su Santidad y su Luz?
¡Te sirvió para quebranto!

   Todos los “santos” que adoras
por tú ignorancia finita,
al final, tú los deploras,
porque ellos ni ven las horas,
ni tus lágrimas marchitas.

   Las Palabras de Jesús
no pueden pasar jamás.
Son las que nos dan la Luz,
con la Sangre de la Cruz,
si no eres otro Tomás.

    Nos libraste de lo cruento,
nos diste la libertad;
Pero esto no es ningún cuento,
Creer, que luego el lamento,
nos sirve como Verdad.

   Hoy la lucha espiritual
ya casi la ven los ciegos.
Luego, andar con lo vanal,
es penetrar en el mal,
de los malos agoreros.

Cecilio García Fernández


LAS RELIGIONES NO TIENEN FE EN DIOS

Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.   San  Marcos,  7:6-8.

Para acudir a nuestro Dios, ¿Es necesario renunciar a nuestra personalidad y ser completamente absorbidos por una forma de religión o por una secta?
      Jesucristo mismo se pronunció enérgicamente contra las formas, costumbres y tradiciones, reprochando a los dirigentes religiosos de su tiempo, como pasa con los actuales, que la gente se acercara a Dios; pero algún día tendrán que rendir cuentas al Dios Supremo.
      Los responsables de que los hombres y mujeres se vean en la necesidad de tener que persignarse, arrodillarse, sentarse, levantarse, y otros ritos, que anulan la personalidad del creyente, cuando él, - Cristo -, fue quien creó a los seres humanos con capacidades y sensaciones  tan diferentes los unos de los otros, tal como somos, por su voluntad.
      Cada ser humano, con las características que Dios le ha dado, debe de buscar a Dios de acuerdo con su forma de ser, sus sentimientos, su espiritualidad, tal como nos ocurre cuando escuchamos una obra musical o nos vemos ante una obra de arte.
      Para buscar a Dios también lo hacemos con nuestros medios, que Dios nos ha dado, como son la humildad, fe, obediencia y mansedumbre, entre otras virtudes. No valen normas establecidas para buscar a Dios.
       Lo que más le agrada a Dios de los hombres, es que le adoremos, alabemos, que nos rindamos a él; luego que tratemos a nuestros semejantes, como nos gustaría que nos trataran a nosotros; pero lo primero y más importante es reconocer a Jesús como el único Salvador e  intermediario, entre Dios y los hombre.
       Para que se puedan cumplir éstos deseos del Señor, hay que leer mucho su Palabra y orar, que es hablar con nuestro Padre. No hay otra forma de poder llegar al Padre si no es por medio del Hijo. Así está establecido por Dios, y no importa que hombres, como tu y yo pretendan anular su Palabra, sustituyéndola  por la de ellos, pecadores como todos nosotros.
      Un creyente tiene la misma libertad de expresarse ante Dios que un obispo, con la diferencia de que el obispo está apartado de Dios por no respetar su Santa Palabra y poner su fe en imágenes.
       ¿Qué le importa al Señor que un creyente sepa mucha filosofía, latín o cualquier otra asignatura? ¿Le importará algo al Señor si nuestra capa es de lana, lino, ó si va bordada de  plata ú oro? ¿Queremos impresionar a Dios con nuestras vestiduras? Dios ya dictó sus mandatos, ahora obedezcámoslos. Ahora nos toca a todos leer las Escrituras e interpretarlas, con el poder del Espíritu Santo; pero, ¿quién tiene ese poder? Lo tienen solamente los que se han entregado a Cristo; pero no lo tienen los que adoran imágenes., que es idolatría.
       ¿Son duras éstas verdades? Naturalmente que sí; pero tengo la Palabra de Dios a mi alcance y con ella puedo responder. ¡Seamos humildes y mansos como él, dijo Jesús!
       Ayer vi por la televisión un grupo de jóvenes que iban a entregar su renuncia como católicos. Iban con un buen cargamento de papel para formular su renuncia, y les sobra razón ya que, yo que renuncio a toda religión ó secta, que para el caso es lo mismo, y me siento estafado, engañado y burlado, por figurar en los libros de la parroquia como católico, cuando yo soy un ser humano que creo y acepto a Jesús como mi Salvador. Creo en el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todo lo demás me sobra. Las religiones ya vemos lo que dieron y lo que dan.
      Hombres de talento, intelectuales, cultos y sobresalientes en muchas materias los hay en todo el mundo, en todas las religiones y en todas las culturas; pero Dios jamás nos ha dicho que él quería hombres sabios sobre éstos  temas. Él nos manda pedirle sabiduría; pero sabiduría que viene de lo alto, no de una Universidad.
       Dios capacita y reparte dones a todos los hombres; pero nosotros no los aprovechamos porque el hombre es un auténtico tirano y explotador del hombre, y esas capacidades que Dios reparte gratuitamente, son cortadas de raíz por la ambición del hombre. Dios no quiere que se mueran millones de niños de hambre; pero el hombre sí que lo quiere y se cumple su voluntad, con la ayuda de los altos dirigentes, políticos, económicos y religiosos, que son los que en todo tiempo han gobernado el mundo y lo siguen gobernando, para la desgracia de la humanidad, sin hacer el mínimo caso a la Santa Palabra de Dios, obra perfecta y sabia para el bien y salvación de toda la humanidad..
      Las formas religiosas casi siempre están ligadas a la muerte espiritual; pero la fe en Jesucristo es la liberación y la verdadera vida que se nos ofrece gratuitamente y que fue comprada por la Sangre de Cristo en la Cruz.
      La fe no consiste en ser un ingenuo o credulidad ciega. Se trata simplemente de aceptar o negar, el mensaje de las Escrituras, porque el creyente cree, y acepta el mensaje que le proporcionan las Escrituras, porque reconocemos que Dios habla a través de ellas.
      La verdadera fe no tiene nada que ver con la superstición, el fanatismo o la inmoderada exaltación de las emociones. Es un acto de obediencia a Dios, la convicción de que Dios siempre tiene la razón, y que debemos de actuar de acuerdo con sus enseñanzas y mandatos.
      Lo mismo que Satanás tiene poder para tentarnos, Dios obra con su poder para dirigirnos, aconsejarnos y mostrarnos su voluntad; pero de tal manera nos ha creado libres, que podemos rechazar los sabios consejos que Dios nos da.
      Las tentaciones de Satanás resultan muy difíciles de rechazar, debido a que él siempre nos ataca en nuestros puntos más flacos. ¡Qué te gustan las mujeres! Bueno, pues ya el enemigo se encargará de enviarte una. Luego librarse de tales tentaciones es muy difícil. Cuando viene la primera tentación a nuestra mente, ya sabemos que tiene malas consecuencias y que las hay que pagar; pues ahí, en ese momento crucial, es cuando hay que rechazar tal oferta; pero si la fe está puesta en un dios falso, el resultado es nulo. Caemos como lo que somos; pero si la fe está depositada en Jesús, nuestra mente se fortalece y sus palabras llegan a nosotros con poder y autoridad, rechazando todo tipo de ofertas peligrosas.
      Cuando vemos una familia, barrio, pueblo, nación ó continente, metido en guerras, del tipo que sean, ya estamos seguros de las creencias de tal familia, pueblo o nación. Todas las contiendas se arman por odios, envidias, orgullos, egoísmos y otros muchos problemas impropios de un cristiano. En la mente de un auténtico cristiano no tiene cabida tanta basura como hay en éste mundo. Todos conocemos en nuestros pueblos el nombre de las personas buenas y malas, eso mirando con nuestros ojos deformados por nuestro pecado, que si viéramos con los ojos de Dios, nos asustaríamos.
      La fe nos exige más que la música, el cante, deportes ó cualquier otra rama del saber, ya que la fe es la esencia de nuestra vida, de ella dependen todas las cosas. Ver las horas que un buen músico dedica a la música, ensayando día tras día, para poder dar correctamente todas las notas.
      La Palabra de Dios es difícil de cumplir; pero si no la conocemos es imposible que podamos dar una nota bien.  Hay que estudiar la Palabra, conocerla bien, saber interpretarla y luego ponerla en marcha, para obrar como Dios nos manda. El poner cara de místico, de humildad fingida y éstas cosas propias de las religiones no sirven ni para engañar al sacristán del pueblo. Yo he sido sacristán, y cuando veía alguna “Señora” acercarse al altar para recibir el pan, con cara de misterio, yo decía para mi interior, ¡Anda que te conozco!. Pero para no mentir, también debo de decir que muchas personas no hacían teatro y vivían los siete días de la semana como cristianas. De todo hay en la viña del Señor.
       Estos “chascarrillos” nos demuestran y enseñan que la palabra es muerta si no va acompañada de buenos actos. Dios está vivo y Jesús es Dios. Él obra en nuestra mente y corazón, y lo digo por experiencias vividas que son las que han fortalecido mi fe.
      La fe cristiana no se compone de dogmas, como la religión, se trata de una relación vital entre el hombre y su Creador. Es natural y justo que así sea. Ver como, la gran mayoría de los animales, nada más nacer, ya saben defenderse solos en la vida y jamás verán a sus padres. Conocen sus enemigos, sus alimentos, y ésta obra no  la podemos hacer los hombres; porque nosotros somos espíritu, tenemos conciencia y hasta el hombre solitario, apartado de todo ser viviente, tiene la necesidad de creer en algo.
       Ese hombre, el día que fallezca será juzgado no por lo que creyó, pues nadie le habló de Dios; pero la naturaleza ya le está diciendo que los árboles, las plantas, frutos de todo tipo, frío y calor, sol y sombra, hambre y sed, alegrías y penas son causas suficientes para saber que hay un Creador. Él está solo con su familia; pero sabe que hay algo que está oculto para él, por que él es espíritu como tú y yo.

Cecilio García Fernández

LA OLIMPIADA

      Por una olimpiada más,
están los pueblos luchando;
más yo pregunto, ¿Hasta cuándo
vamos tener que sufrir,
si es que se puede decir
todo lo que estoy pensando?
     
      Se compran embajadores,
igual que tú compras fruta,
y que nadie les discuta
porque venden el honor,
que es causa de gran dolor
por manejar la batuta.

      Va nuestra Reina volando,
a defender bien a España;
Pero un príncipe, con saña,
hace pregunta indiscreta:
¿Sigue matando la ETA?
¡Y nadie defendió a España!

      Los Ingleses nos derrotan,
y siguen con el Peñón,
ha dicho un buen socarrón,
con sorna; mas se equivoca,
mas, para tapar su boca,
nos sobra con la razón.

      Enviamos  Socialistas,
unidos con Populares;
pero todos son iguales
y las luchas son internas,
escandalosas y eternas,
y amigos de las maldades.

      También fueron deportistas
que viven en la “miseria”,
y aquí, la cosa ya es seria;
porque abundan futbolistas
médicos y masajistas,
para hablar de cosas serias.

       Todo Madrid enmudece
y hasta lloran abundante;
por causa del mal talante
pues perdimos la partida,
que ya estaba “digerida.”
Ahora no hay quien nos aguante.


   París se quedó sin almas
-se quedó como el desierto-
y esto que digo, es bien cierto:
Que el inglés nos derrotó;
pero alguno lo pagó
por que hoy, han tocado a muerto.

      Los terroristas nos buscan
igual que a las alimañas;
y nos sacan las entrañas
con júbilo y gran placer;
Porque nos quieren vencer,
usando sus malas mañas.

      Unos, por ser islamitas
mueren y se van al cielo;
Les pasa, igual que al Clero,
cuando nuestra Inquisición,
solo por leer la Biblia,
te queman en un fogón.

     Estamos en guerras santas
entre varias religiones;
que caen en tentaciones
de vencer a su contrario,
luchando como un corsario,
por muy distintas razones.

     Cuando nos matan con bombas,
Y siempre por  fanatismo,
caemos en el abismo
de no querer comprender,
que mueren por no comer,
abuelos, padres y niños.

     Cuando mueren dos personas
por una bomba enemiga,
el pueblo ya determina
que hay que matarlos a todos;
pero escondemos los lodos,
¡Y eso sí que tienen miga!

     Ya nos llaman “pueblos ricos”,
y el resto muere matando;
y Cristo dice: ¿Hasta cuándo?
Más yo no tengo respuesta;
pero al gallo pendenciero,
debemos darle en la cresta.

Cecilio García Fernández
San Martín de Podes