jueves, 4 de noviembre de 2010

A MI AMIGO JANO -Casa de Donato- San Martín de Podes-

   Hoy me ha contado una amiga
la historia del Santo Jano,
que Dios llevó de Su Mano
hasta la cima del Cielo;
porque su bondad fue pura.
Ya no está en la sepultura,
ya no reposa en la tierra,
hoy contempla al Cristo vivo,
el que a ti te ha redimido,
si te has entregado Él,
Pidiéndole Su perdón,
con la más pura obediencia
con toda fe, que es creencia,
en que ha vencido la muerte,
y ha de volver, ¡vaya suerte!,
para recoger los suyos,
porque es un Dios de justicia
que perdona la avaricia
del necio e intransigente.

Jano: Yo te conocí,
mas no en toda tú grandeza,
y hoy me da mucha tristeza
no haberte reconocido,
para darte el merecido
que tenía tú nobleza.

Hoy doy gracias a Marina,
porque te dio de comer
en múltiples ocasiones,
-no me importan las razones-
yo valoro el hecho en sí.
Jesús también lo hizo así.

Tú supiste agradecerle
con tú noble corazón,
escribiendo, con razón,
tú puro agradecimiento,
lo que llevabas muy dentro,
bondad y mucha ilusión.

Que gran lección nos has dado.
Que gran amor has tenido.
El mayor ejemplo honrado
De todo lo que has amado,
Y no has sido comprendido.


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