lunes, 4 de junio de 2012


VIDA Y SUFRIMIENTO

      Pido atención a quien sufre,
y a quien sufre, la atención-
y pido en toda ocasión
al Dios que me da su Gloria,
que conserve mi memoria
y no pierda la razón.

      Quien sabe pedir consuelo
sabe bien que lo hallará;
porque a aquel que nos lo da,
goza de todo el poder,
ya que es de sabios saber
donde se halla la Verdad.

      Yo vivo con la esperanza,
y me sostiene la fe;
pues todo lo que se ve
se esfuma como la nube;
porque todo se consume,
como una taza de te.

      Si yo llego a los noventa,
cosa que pongo en la duda,
pido a Dios que me dé ayuda
y que me tenga presente;
que quiero ser reverente,
con mi mente bien madura.

      Mi alma, que vive en paz,
lleva un mal caparazón,
y protesta con razón
pues cada día es más viejo,
y se arruga hasta el pellejo
mas no muere la ilusión.

     Los músculos se endurecen
y los nervios ya se excitan,
y el talante ya se agita,
pues no puede comprender
que poco queda que hacer;
porque todo se marchita.

      Los huesos se rompen solos
sin llevar un tropezón;
más luego, tienen razón,
que ya sirven para poco;
y el viejo se vuelve loco,
y en el loco, no hay razón


      Mis dedos están tullidos
para tocar  la guitarra;
pero aunque toco muy poco,
ya no hay elasticidad,
es producto de la edad,
que se pierde, poco a poco.

     Las piernas se me agarrotan,
y no quieren caminar,
¿cómo las voy dominar,
si hasta los tríceps me fallan?
y ya no salto una valla,
ni hay equilibrio al andar.

      La columna va encorvando
y solo miro hacia el suelo;
¿Puedo hallar algún consuelo
con semejante destino?
¡Tendremos que hilar más fino
y pedir ayuda al Cielo!

      Rompe la carrocería;
pero nos queda el motor,
y aunque atosiga el dolor,
le echamos un lubricante,
y así es posible, un  cante,
con obra de un buen autor.

      Sepamos aguantar penas
amarguras  y  dolores;
más no guardemos rencores,
y sepamos perdonar;
porque todo a de llegar
después de estos sinsabores.

      La vida y sus amarguras
van cogidas de las manos;
más como somos humanos
creados por mano Santa,
aquel que lucha, se aguanta,
como buenos ciudadanos.

      Quien sufre; pero no peca,
disfruta con gran consuelo,
y al caminar por el suelo,
descalzo, sin zapatillas,
jamás hinques las rodillas
ante el hombre más sincero.

      Le doy gracias al Señor
aquel que murió en la Cruz,
por ser Señor de la Luz
y el dueño  de la Verdad,
y en él, nadie halló maldad,
porque su nombre es ¡Jesús!.

      No lloremos por las penas
y cantemos al Señor;
porque es el mayor honor
que se escucha allá en Cielo
y esto yo no lo desvelo,
porque otro lo desveló.

      Con mis manos temblorosas
toco cánticos de amor,
para calmar mi dolor;
pues toda buena guitarra,
nos inspira y nos desgarra
lo profundo del amor.

     La música anula penas,
y despierta sentimientos
y anula resentimientos
porque mientras vas tocando
el corazón va llorando,
para aliviar los lamentos.

     Que toquen y canten todos
alabanzas a Jesús;
porque así verán la Luz,
y aunque la ignorancia asombra,
yo doy gracias a la sombra,
pues por ella, sé que hay Luz.

      Jamás lamento, con quejas,
los dolores que han pasado;
porque los tengo olvidados,
y aunque sufro los presentes
ya no son equivalentes,
ya que los he despreciado.

      Los sufrimientos te agarran
como el tirano traidor,
que por causarte dolor
clava el puñal en tu pecho,
y aquí, no hay ningún despecho,
ni traiciones, ni rencor.

      Sufro y cojo la guitarra,
sufro y juego el ajedrez,
sufro y lloro alguna vez
sufro y me pongo a escribir,
sufro; pero hay que morir,
sufro; pero hay paz también.

       Yo conozco el sufrimiento
porque el me conoce a mí;
pero desde que le vi,
dije para mis “adentros”;
¡yo no pisaré conventos!,
y luego me estremecí.

      Luego ya de desmayado,
una gran Luz me alumbró,
y algo del Cielo cayó;
puesto que comencé a ver
que tengo otro amanecer,
porque alguien por mi murió.

      Gracias Luz, que me iluminas,
porque has matado mis sombras,
y ahora libre, como alondras,
recorro muchos caminos,
y hasta hablo con los vecinos;
que se duermen en las sombras.

      Sigue rodando la bola,
que es hablar siempre de ti,
porque lo ordenaste así
y aunque que las almas no ruedan
van presas en sus cadenas,
porque el ciego no está en ti.

      Los que leen mis relatos,
mis lamentos y verdades,
saben que no hay vanidades
cuando sufres de verdad,
pero es cierto que son males,
aunque el sufrir no es maldad.

      Mientras que yo tenga aliento
y corra sangre en mis venas,
jamás haré de mecenas
porque yo tengo un Maestro,
y yo no me aparto de esto,
porque es quien quita mis penas.

      ¿Qué tú no sigues mi ejemplo?
¡Pues buen destino te espera!,
porque, ¿qué vale la cera
que quemas con el incienso?,.
si pensaras como pienso,
harías buena carrera.

      El ciego que té ha guiado
siempre fue por mal camino;
y con ese desatino
no andarás en línea recta,
ni vas alcanzar la puerta,
o si quieres, el destino.

 Cecilio García Fernández
                                                       



miércoles, 30 de mayo de 2012

VIAJEROS

 

Con nuestra  imaginación
recorremos todo el mundo
andamos por mil caminos
igual que los trotamundos.
En éste gran caminar,
por éstas tierras  benditas,
vemos  lo poco que somos
los que por ella marchitan.
La vida  resulta dura,
es lo mismo que un tormento,
y si el hombre no madura
solo  nos queda el lamento.
En este andar por el mundo
se ven miles de desgracias.
¡Poco se hace con sentido!
¡Lo que abundan  son falacias!
En éste mundo tirano
existe muy poco  amor,
tenemos poco de humildes
y abundancia de rencor.
Esta es la ley del más fuerte
lo digo con gran dolor;
 pues todos no tienen suerte
  y se oye un gran clamor
de que Dios, no hace justicia,
ó que nos abandonó.
Los  pobres niños padecen
y  viven  traumatizados,
porque los padres les dejan
a  todos  abandonados.
Hay  criaturas  de  Dios
viviendo  en alcantarillas
caminando  por  el  fango
que  les llega a las rodillas.
Todo el mundo, en un momento,
se  queda  petrificado;
pero rápido se olvida
y  todo  queda zanjado.
Claro, ¡como Dios no existe!
vamos  vivir a lo “grande”,
y  aquel que no lo resiste
incluso se muere de hambre.
La vida más se obscurece
y  el  tirano  se recrea.
El débil  ya  se  estremece
pues la cosa está muy fea.
Dios da fruto en abundancia,
 y eso lo  sabe  cualquiera;
¿pero  existe la justicia?.
¡La justicia es  la quimera!
Los hombres de corazón
quedan mudos y sombríos,
  meditando tristemente
por el árbol que ha caído.
¡La tarde se queda triste
y la noche siempre obscura!.
Para muchos no amanece
se  van a la sepultura.
Hay mucho árbol  caído
con  las raíces  ya  secas;
y hay quien  está estremecido
de los pies a la cabeza.
Mi clamor vuelve a  plañir
por esta espina clavada
que destroza el corazón
por ver que no somos nada.
¡Hay quien pudiera soñar
que a los pobres inocentes,
nadie  los  va  a  maltratar,
porque ahora somos decentes.
Pero la tarde es sombría
y  el  frío los va minando.
Los pobres siempre en el río
¡se mueren  titiritando!.
Hay que mundo más sombrío
que a  muchos está arruinando.
Cuando  vemos  injusticias
nos quedamos  muy sombríos,
ya que,  por las avaricias,
muchos andan corrompidos.
Si  el  corazón va plañir
por  esa espina clavada,
¡muchos ya quieren morir!.
¡Hoy  vivir,  no vale nada!.
Solo  nos  sostiene  Cristo
poniendo en Él la confianza.
De los hombres no te fíes,
todos son pura arrogancia.
Yo  estoy  soñando despierto
y  sigo con la esperanza
de que vamos hacia el Puerto
de nuestra Buena Esperanza.
Cristo nos lo prometió,
a todo el que en Él creyera,
siempre será bendecido,
y esta es la mejor carrera.
Debemos ser responsables
de  la  vida que llevamos,
y aunque no somos iguales,
saber que somos  hermanos.

Cecilio García Fernández.

COSAS QUE PASAN

Padre que das mil consejos,
Eres el más grande amigo,
Y se bien porque lo digo,
Ya que me sobra experiencia,
Y aunque sé poco de ciencia,
se calentarme a tu abrigo.

Yo jamás tuve otra escuela
Que la que hay en San Martín,
Lo digo sin ningún fin;
O quizás con algo orgullo,
Pues no se oía un murmullo,
Del grande y del rapacín. –asturiano-

En aquella Santa Escuela,
Que tanto nos enseño,
No es por que lo diga yo,
Pero he aprendido bastante,
Y ahora soy un currelante,
Tal como Dios me crió.

El amor y la esperanza,
Solo la puede dar Dios,
Si es que la puede dar vos,
Manifiéstelo al momento,
Y no me hables de conventos,
Aunque recen mucho a Dios.

Todos los conventos tienen
Túneles y escalinatas,
Que comunican muy bien
Con una iglesia inmediata,
Construida por obreros,
Con mano de obra barata.

Los hombres somos ingratos,
Y las mujeres también,
Porque lo malo, no es bien,
Lo digo por experiencia,
Y no por sabiduría;
Que es la madre de la ciencia.

Quien anda con religiones,
Va por caminos torcidos,
Anda apartado de Cristo,
De Dios, y de los vecinos.

Salinas, 20/02/2012
Cecilio García Fernández
REUNIÓN DE SENTIMIENTOS

Los sentimientos nos fluyen;
¿Quién los puede controlar?
Solo Dios puede ayudar,
si le damos el permiso;
Por eso él nos da su aviso,
Para poder enmendar.

Pereza, o aburrimiento,
Virtudes de Satanás,
Que si las  tienes, las das;
Por eso sufren las gentes,
Pues no somos consecuentes
Somos, “un Santo Tomás”.

Creemos, lo que conviene,
Siempre con nuestro egoísmo;
Pero ser fiel, no es lo mismo
Que andar en desobediencia;
Con poco amor y clemencia
Y exceso de fanatismo.

La soberbia nos ataca,
Otro “don” de Satanás,
¡Otro regalito más!
Y se suman las maldades,
Aunque no todas iguales;
¡Mira siempre a donde vas!

Mentimos, sin darnos cuenta,
Por ser poco lo que oramos,
Imitemos los gusanos,
Esos que fabrican seda,
Pues quien lucha no se queda
Sin alimento en sus manos.

Tengamos siempre presente
Que nuestro Dios nos escucha,
Y si nuestra fe es mucha,
Tendremos la recompensa
Y llena nuestra despensa,
Pues su Palabra es muy ducha.

Que no nos entre la angustia,
Otra artimaña del Diablo,
Por ser un mal y un engaño
Que ha sembrado por el mundo,
Clamemos en lo profundo
De nuestra alma, todo el año.

¡Que la envidia no me toque!
¡Que el rencor, ni se me acerque!
¡Que el orgullo quede inerte!
¡Que la vanidad se esfume!
¡Que Dios me de su perfume,
Antes que llegue la muerte!

Te imploro perdón Señor,
Nadie es libre del pecado,
Sé que por Ti soy amado.
¿Qué más puedo desear?
Que jamás deje de amar
A todo lo que has creado.

Veo pájaros que vuelan
Con tal pericia y destreza,
Que yo inclino mi cabeza
Ante nuestro Creador,
¡Adórenlo  por favor!
No hacerlo es una flaqueza.

Todos los hijos de Dios
Gozamos de gran poder;
Y él nos lo ha hecho saber
Por medio de su Palabra,
El hombre que jamás labra,
Nada puede recoger.

Si amas a Dios solamente,
Y no lo haces con tu hermano,
Mas tarde, o mas temprano,
Pagarás las consecuencias,
Pues no habrá benevolencias
Por obrar como un tirano.

Oremos unos por otros,
Oremos de corazón,
Oremos con ilusión,
Con toda la fe, en Cristo,
El por mí, hará lo mismo,
Su Verdad, es mi razón.

Cerremos las escotillas
Pues hay mucho temporal,
¡Que no exista una rendija
Por la que se filtra el mal!
Pide a Dios que te dirija
Tu vida no fue casual.


Cecilio García Fernández
Salinas, 16-3-08




 
VENCER O MORIR
     Siempre fastidia el agravio
si nos hablan con desprecio;
mas no le hagamos aprecio,
ya que es muy malo sufrir,
y aquel que te quiere herir
ya sabes que es un gran necio.

     Aprendamos para siempre
que la vida es una lucha,
y el ingrato que no escucha
es que no sabe escuchar,
porque solo “sabe” hablar;
por no ser persona ducha.

     La lucha es muy desigual,

pues el débil ofendido

solo dará un alarido
cuando se ve muy maltrecho;
más no des golpes de pecho
si no eres el ofendido.

     Sufre con resignación;
¡mira como sufrió Cristo!,
y aunque ha bajado al abismo
lo hizo por liberación,
y nos dio buena lección
para que aprendas lo mismo.

     En la lucha desigual
jamás te debes meter;
es preferible perder
que andar siempre en la batalla,
y aunque saltes bien la valla
es imposible vencer.

     ¿Se endurece el corazón?.
¿Tu corres peligro alguno?.
Preguntarte es oportuno;
pues bueno es para los dos
que adoremos solo a Dios;
pero a los hombres, ¡ni a uno!.

      Si la maldad nos domina,
es que estamos dominados;
más no estamos olvidados
por quien sostiene la vida,
que es quien jamás nos olvida,
ni estamos desamparados.

     Tenemos que ser prudentes
y aguantar todos los males,
ya sé que no son iguales;
pero yo siempre me fijo,
que al mal que yo más le exijo,
siempre son cosas banales.

     Para vencer un dolor
y que el dolor no te venza,
hay que emplear la paciencia,
y si hay que llorar, lloramos,
pues al fin somos humanos
y hay que andar en obediencia.

     Quien recibe un desengaño
por haber hecho un gran bien,
reclamará; ¿pero a quién?,
- me pregunto con frecuencia -
porque, ¿qué sabe la ciencia
dónde está mal o está el bien?.

     Desengaños son pesares;
mas también llegan consuelos-
lágrimas, risas, desvelos,
de un corazón afligido
que guarda todo en el nido,
imitando a los mochuelos.

     Las alegrías no engordan-
las penas nos adelgazan-
y a todo aquel que le abrazan
sufre un buen quebrantamiento,
amargura y desaliento,
y a nuestra alma resquebrajan.

     Corazones destrozados
por tanta pena y dolor,
os voy pedir con amor,
y yo en esto ya me incluyo,
que aquello que no sea tuyo
ni lo toques por favor.

      Hay muchas almas con penas
que no encuentran el remedio;
pero Cristo está en el medio
de las más grandes tormentas,
y él las calmó. ¡No le mientas
al Señor de los remedios!


Cecilio García Fernández.

viernes, 27 de abril de 2012


METAMORFOSIS

Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual trasformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya. –Filipenses 3:20-21.
Sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 1 Juan 3:2
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Antes de conocer el Evangelio  se me hacía muy difícil creer, y menos comprender, la transformación de nuestros cuerpos, hoy de carne pecaminosa, por otro semejante; pero glorioso como el de Cristo; ya que conociendo lo que es la metamorfosis o transformación de muchas orugas en mariposas, es parecido a la imagen de la vida de un creyente. La oruga se arrastra por la tierra –como nosotros con nuestras luchas-- y come hojas. Luego se encierra en su capullo, como un ataúd y espera inmóvil e inanimada, inerte, insensible. Después de muchos días, el insecto se libera de su caparazón, despliega sus alas al sol y vuela ligeramente, alimentándose del néctar de las flores. Es una nueva vida, sin embargo es el mismo insecto.  Para salir de su capullo, el insecto se entrega a una lucha laboriosa. Si se intenta ayudarle rompiendo su capullo, enseguida sale, pero como es demasiado débil para volar, pronto se muere. Su lucha para salir de su envoltorio es indispensable para su desarrollo físico y su supervivencia.
    Nuestra vida de creyente en la tierra se parece a la de la oruga. Luchamos para atravesar, vencer, muchas pruebas que se nos presentan, de las cuales Dios se sirve para nuestro desarrollo espiritual. Estemos seguros de que Dios las emplea para hacernos crecer y acercarnos a él. Si nuestra existencia terrenal es sufrida y triste, debemos de recordar que un día, sin ningún esfuerzo entraremos en el cielo con un cuerpo lleno de vida y hermosura, un cuerpo semejante al de Jesús resucitado.
    Por eso, la Palabra de Dios siempre nos está hablando de las pruebas, sin ellas no es posible alcanzar la Gloria de Dios. Jesús fue un ejemplo en humildad, y sufrimiento. Los apóstoles le imitaron en sufrimiento físico; pero el sufrimiento de Jesús, antes de ir a la cruz; no tenemos capacidad para comprenderlo porque somos humanos. Jesús siempre anunció lo que nos esperaba a todos los que pretendemos seguirle.
    En Santiago 1:12 dice: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida.
    Cuando de niños en la escuela estudiábamos el Catecismo, ya nos hablaban del demonio, del mundo y la carne. Por desgracia hay muchas personas que ignoran, o niegan, la existencia de Satanás, el gran maestro en meternos tentaciones para que nos apartemos de Jesús. Cuando andamos en el juego peligroso de adoración de imágenes, a él, a Satanás, le va muy bien. Ahí no hay peligro para él, ya que quien practica tal idolatría le está haciendo el juego a nuestro mayor enemigo. La carne, todos sabemos lo que es, pura tentación, asta los últimos años de nuestra existencia y difícil de dominar. La situación actual del mundo está en límites muy peligrosos por el libertinaje que existe. ¡Ahora todo vale! Que vamos a decir del mundo. Todo es corrupción, hipocresía, mentiras, envidias, orgullo, vanidad, guerras, hambre, crímenes, terrorismo, lujuria, sexo sin control, droga, separación de matrimonios, asesinato de esposas y violación de niños y niñas hasta de tres años. ¡Incomprensible!.
   El mundo es también nuestra descontrolada lengua, para criticar lo que sea. La televisión es el puro reflejo de lo que somos los humanos. La llamamos tele-basura; pero el mundo la ve con agrado y sirve para cotilleo. Ese tiempo perdido, que nos transforma para mal, empleado en buenas obras sería muy útil para la humanidad.


San Martín de Podes 3 Junio 2007
Cecilio García Fernández