JESÚS EN NAZARET
SAN MATEO 13:53, 54, 55, 56, 57 Y 58: Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas se fue de allí. Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y éstos milagros? ¿No es éste es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban de Él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Las religiones paganas, dicen que no tuvo hermanos;
pero la Biblia no miente, mis
queridos ciudadanos.
Claro que, antes la Biblia , la tenían prohibida,
y nadie podía leerla, salvo
jugando la vida.
Jesús leía la Biblia , con apóstoles y
hermanos,
y siempre mandó leerla, incluyendo
a los romanos,
ya que la fe en el Señor, nos
entra por la lectura,
y por oír la Palabra , con mucho amor y
ternura.
Los escritos de los hombres, que
viven equivocados,
jamás debe ser leídas, para no ser
sus esclavos.
Las Sagradas Escrituras, son de
pura inspiración,
Léelas con gran cariño que en ella
está la razón
Además de la Escritura , practica bien
la oración;
pero, como mandó Cristo, con toda
la devoción.
La oración, es solo al Padre, en
el nombre de Jesús.
El decir palabrerías, es abandonar
la cruz.
Jamás reces a los muertos. ¡Que no
te tomen el pelo!
Hay que orar; pero a Jesús, el que
murió en el madero.
Tú, cuando quieras orar, ciérrate
en tu aposento;
háblale al Señor, muy claro, y Él te responde
contento.
Solo son puros creyentes, los que
siguen a Jesús,
y además, todos son santos, y
están muertos en la cruz.
Los que seguimos a Cristo, somos
santos de verdad,
y quien los nombra a dedo, el
Señor lo juzgará.
Dios oye las oraciones, si vives
en obediencia;
y si adoras una imagen, pesa sobre
tu conciencia.
La idolatría es pecado, dicho por
nuestro Maestro.
Si no haces caso de Cristo,
considérate ya un muerto.
No valen las “penitencias”. Cristo
no las necesita,
ni tampoco las pidió. Eso es flor
que se marchita.
No valen las procesiones, detrás
de un tronco tallado.
Vosotros, seguir a Cristo, del que
estoy enamorado.
Salinas, 29 Julio 2.000
Cecilio García Fernández
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