JUSTIFICADA DEDICATORIA
En el principio creo Dios el Cielo y la
tierra. Génesis 1:1
La gracia de Dios se ha manifestado para
salvación de todos los hombres. Tito 2:
En las mochilas de los estudiantes de la Suiza francesa se halla un
texto algo insólito: Se trata de la dedicatoria colocada en el encabezamiento
de una serie de libros de física, elaborados con todo el rigor científico
posible. Hela aquí:
A ti, que creaste todas las
cosas.
A ti, que dejaste en tus
obras las señales de tú sabiduría y tú poder.
A ti, que le diste a los
hombres una inteligencia y les permitiste descubrir algunos de los secretos de
tú creación.
A ti, que te revelaste y
hablaste por tú Hijo hecho Hombre, hablaste y hablan aún en la Biblia , libro vivo.
A ti, que ofreces aún a los
hombres tu Gracia y tu Salvación, a pesar de la indiferencia y el desprecio del
mundo, pese al homicidio de tu Hijo.
A ti, oh Dios, sea honra y
agradecimiento.
¿Qué hace éste texto en un
libro científico? - se pregunta en
un primer momento el lector sorprendido.
En una época en que los
niveles elementales de muchos docentes se esfuerza por inculcar a sus alumnos
que la noción de un Dios creador está caducada, nos regocijamos por éste
testimonio. Su autor quiso manifestar que en éste Creador halló un Dios de
Amor, a un Dios Salvador, a un Dios que habla y a quien se debe de escuchar.
Ante éstas palabras,
escritas sobre las mochilas de dichos estudiantes, más las que figuran en las
Escrituras, donde hallamos la grandeza de nuestro Dios, su poder, su
misericordia y el amor de nuestro Señor Jesucristo dando su vida por todos, yo
no puedo comprender, ni admitir, que los Hijos de Dios, que somos los
entregados a Cristo, tengamos que sufrir el desprecio de personas
que, por falta de conocimiento, ó por haber caído en las redes del maligno. Te
desprecian, se burlan de palabra, gestos y aptitudes poco respetuosamente con
las personas que solamente tratamos de ensalzar el nombre de Cristo.
Jesús, por medio de su
Palabra, ya nos advirtió de lo que nos esperaba, por parte de aquellos que no
le quieren admitir como el ÚNICO Salvador. A pesar de los desprecios y malas palabras
que tenemos que recibir de éstas personas, tenemos el deber y la obligación de hacer lo que Jesús nos mandó a todos sus
seguidores: Id por todo el mundo y `predicar el Evangelio.
Si el Evangelio nos mandara
adorar imágenes, las adoraríamos. El Señor ya hizo su obra; así pues, leamos su
Palabra y comenzaremos a conocer a Dios por medio de su obra. Buscar la Verdad y ella os hará
libres Son cientos los versículos que advierten lo que significa adoración de imágenes, llamada “idolatría”.
Ya hay bastante idolatría con los vicios y perversiones que existen y que son
la esclavitud del hombre. Cuando Dios habla de libertarnos de toda esclavitud,
se está refiriendo a todo tipo de cadenas que nos atan y nos prohiben ir a
Cristo, el libertador del hombre.
Efesios
1:20 dice: edificados sobre el
fundamento de los Apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo.
S. Lucas 1:46, 47
y 48: Entonces María dijo:
Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador, porque a mirado la bajeza de su sierva; pues aquí,
desde ahora me dirán Bienaventurada todas las naciones.
Eso es lo que le
corresponde a María, ni más ni menos; pero que hombres pecadores se interpongan
para anular las palabras de Dios y
pretendan imponer las suyas propias, es una aberración.
Sí María llama a su Hijo su
Salvador, cuando todavía lo tiene en su vientre, ¿cómo se atreven hombres
pecadores (lo somos “todos”) a glorificarla y adorarla más que al mismo Hijo?
¡La necedad del hombre es la causa del
comportamiento humano!
S.
Lucas 6:46. ¿Por qué me llamáis Señor y no hacéis lo que yo digo?
Como vemos, Jesús insiste y no se cansa
de repetir, que andemos en obediencia y que no hay más Dios y Salvador que él.
Cecilio García
Fernández.
San Martín
de Podes
No
recuerdo el autor de la parte superior de éste escrito, ni tampoco de dónde lo
copie.
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