miércoles, 1 de febrero de 2012


JUEGOS DE ESCUELA -San Martín de Podes-

   Ahí os mando unos juegos
con la mejor intención,
que sale del corazón
de uno que ama vuestra tierra;
y aunque muchas veces yerra,
en  otras  tendrá  razón.
   El ajedrez  ennoblece
y despierta nuestra mente,
que es vida, y también  fuente
para resolver problemas,
y a veces quitan las penas,
aunque nunca de repente.
   Las damas, y hablo de juegos,
tienen  su  miga  también,
y  esto lo digo  por  bien,
porque nos rompen el seso,
pues jugar es como un beso,
que das a tu esposa fiel
   El parchís, nos entretiene,
y es juego de relaciones,
que une muchos corazones,
si no tienes mal perder;
pues pudiera suceder,
que tenga las dos funciones.
    Qué decir de la baraja,
que ya no estuviese escrito,
si quita hasta el apetito,
pues nunca quieres dejarla,
que es tanto como olvidarla,
y eso sería un gran mito.
   Con la baraja haces juegos,
que causan la admiración;
porque  tiene su razón,
en  la  gran  habilidad,
y a veces con la maldad
hacemos  algún  borrón.
   Con el ajedrez, no hay trampas
 y excita poco a la gente,
por que es un juego exigente,
que se gana con  talento,
y aquel que no esté contento,
es que es un intransigente.
Estimular a los niños.
Que jueguen al ajedrez ajedrez,
y observaréis, que tal vez,
dejan de hacer travesuras,
e imitarán a los curas,
o cualquier hombre de bien.
   Los niños son inocentes;
pero aprenden las  maldades,
los odios y vanidades,
que cosechan en su entorno,
y esto es igual que un horno,
que trae calamidades.
   Jamás saldrá un niño noble
con padres mal educados,
pues les crían muy mimados
creyendo no hacer el  mal;
pero  mira a un animal
cuando ya está bien domado.
   Un niño, no es responsable
de una enseñanza mal hecha,
fruto de mala  cosecha,
que ha sembrado el labrador,
y nos causa gran dolor
que no luchen en la brecha.
   Reprenderles con cariño
y  no  darles  la  razón,
si observáis que el corazón
os dice que están  mintiendo,
porque hay un discernimiento,
fuente  de  la  inspiración.
   Si los niños salen tercos
y andan por malos caminos,
que no paguen los vecinos
esa  mala  educación,
que ha heredado el corazón
por consentir tantos mimos.
   Dejar jugar a los niños
cuando  han hecho los deberes,
y así, dirás que les quieres,
al  familiar  y  al  vecino,
pero  apártale  del  vino,
y  también de las  mujeres.

Cecilio García Fernández  -1-10-04 
San Martín de Podes


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