miércoles, 30 de mayo de 2012

REUNIÓN DE SENTIMIENTOS

Los sentimientos nos fluyen;
¿Quién los puede controlar?
Solo Dios puede ayudar,
si le damos el permiso;
Por eso él nos da su aviso,
Para poder enmendar.

Pereza, o aburrimiento,
Virtudes de Satanás,
Que si las  tienes, las das;
Por eso sufren las gentes,
Pues no somos consecuentes
Somos, “un Santo Tomás”.

Creemos, lo que conviene,
Siempre con nuestro egoísmo;
Pero ser fiel, no es lo mismo
Que andar en desobediencia;
Con poco amor y clemencia
Y exceso de fanatismo.

La soberbia nos ataca,
Otro “don” de Satanás,
¡Otro regalito más!
Y se suman las maldades,
Aunque no todas iguales;
¡Mira siempre a donde vas!

Mentimos, sin darnos cuenta,
Por ser poco lo que oramos,
Imitemos los gusanos,
Esos que fabrican seda,
Pues quien lucha no se queda
Sin alimento en sus manos.

Tengamos siempre presente
Que nuestro Dios nos escucha,
Y si nuestra fe es mucha,
Tendremos la recompensa
Y llena nuestra despensa,
Pues su Palabra es muy ducha.

Que no nos entre la angustia,
Otra artimaña del Diablo,
Por ser un mal y un engaño
Que ha sembrado por el mundo,
Clamemos en lo profundo
De nuestra alma, todo el año.

¡Que la envidia no me toque!
¡Que el rencor, ni se me acerque!
¡Que el orgullo quede inerte!
¡Que la vanidad se esfume!
¡Que Dios me de su perfume,
Antes que llegue la muerte!

Te imploro perdón Señor,
Nadie es libre del pecado,
Sé que por Ti soy amado.
¿Qué más puedo desear?
Que jamás deje de amar
A todo lo que has creado.

Veo pájaros que vuelan
Con tal pericia y destreza,
Que yo inclino mi cabeza
Ante nuestro Creador,
¡Adórenlo  por favor!
No hacerlo es una flaqueza.

Todos los hijos de Dios
Gozamos de gran poder;
Y él nos lo ha hecho saber
Por medio de su Palabra,
El hombre que jamás labra,
Nada puede recoger.

Si amas a Dios solamente,
Y no lo haces con tu hermano,
Mas tarde, o mas temprano,
Pagarás las consecuencias,
Pues no habrá benevolencias
Por obrar como un tirano.

Oremos unos por otros,
Oremos de corazón,
Oremos con ilusión,
Con toda la fe, en Cristo,
El por mí, hará lo mismo,
Su Verdad, es mi razón.

Cerremos las escotillas
Pues hay mucho temporal,
¡Que no exista una rendija
Por la que se filtra el mal!
Pide a Dios que te dirija
Tu vida no fue casual.


Cecilio García Fernández
Salinas, 16-3-08




 

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