domingo, 31 de julio de 2011

¿A DÓNDE VA ALMA Y ESPÍRITU, AL DEJAR EL CUERPO?

     Para poder responder, hay que ir a la palabra de Dios, que está en la Biblia – no sirven opiniones, como yo creo, pienso que, me dijeron, que…, etc.-

     Daniel 12:2 – Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

     1ª de Corintios 15 : al 39, 42, 44, 51 al 57. Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?  Necio, lo que tú siembras no se vivifica si no muere antes.  Y lo que siembras no es el cuerpo  que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano. Pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y cada semilla su propio cuerpo.  No toda carne es la misma carne sino que una carne es la de los hombre, otra carne es la de las bestias, otra carne es la de los peces, y otra la de las aves. Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupcción.  Se siembra cuerpo animal resucitará cuerpo espiritual. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos trasformados. En un momento, en un abrir y cerrar los ojos a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos trasformados porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcción, y esto mortal se vista de inmortalidad.  y cuando esto incorruptible se haya vestido de incorrupcción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¿Dónde está oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde está oh sepulcro, tu victoria?  ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado la ley,  mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

     1ª Tesalonicenses 4:13, al 16, y 23-24. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no nos entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó; así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron con él.  Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros, que habremos quedado hasta la venida del Señor: que nosotros, no procederemos a los que durmieron.  Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  El mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.  Fiel es el que nos llama, el cual también él lo hará.

     Colosenses 3:4.  Cuando Cristo, “vuestra vida”, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

     S. Juan 6:44. Ninguno viene a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

     Lucas 23:42-43. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

     Tesalonicenses  4:15-16-17-18-  Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: Que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no preceder a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes  para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por lo tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.


Cecilio García Fernández
San Martín de Podes

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