jueves, 15 de septiembre de 2011

A JULIO E ITA

Julio, Señor de la Xenra,
e Ita, del Ferrerín;
la pareja más honesta
que ha nacido en San Martín.

El  amor es don divino
que nos regala el Señor.
¡Lo tenéis!  ¡Lo adivino!
El amor calma el dolor.

El amor lo puede todo;
jamás conoció el rencor.
El amor, de cualquier modo
siempre ha sido lo mejor.

Dios es Amor  ¿Lo sabéis?
pues Él fue quien nos lo dio.
Darle gracias; pues podéis,
porque él siempre os amó.

Yo, cuando  os  conocí,
como pareja perfecta,
muy pronto lo comprendí.
¡Es que el amor se detecta!

También  tenéis amor
para el amigo sincero.
Dios os dio buen corazón,
y esto siempre es lo primero.

Cuando os vi en San Martín,
mi corazón se inundó,
de alegría y de tristeza.
Las dos cosas  amo  yo.

La alegría es un gran don
que no tiene todo el mundo.
Llena nuestro corazón
ya que el amor es profundo.

La tristeza  es  un  sedante,
y  lo  digo con  razón;
ó si quieres, un calmante
para  nuestro  corazón.

Quien nunca tuvo tristezas
jamás sabrá lo que es bueno.
¡Hay que reír  y  llorar!
!Ser como el rayo y el trueno!

Quien tiene amor, puede dar,
que es mejor que recibir.
Yo  me puedo equivocar;
pero no quiero mentir.

Ita, sabe  que es  sufrir;
pero, también sabe amar.
Todo el que quiere subir,
debe aprender a bajar.

Nuestras vidas son peldaños
que nos llevan a un destino.
Procuremos no hacer daño
hablando mal del vecino.

Lo poco bueno que hacemos,
nos lo pagan con largueza.
Siempre hay que mirar de frente
levantando la cabeza.

Dar gracias a Dios  por todo,
al  Único  Soberano,
y hay que amar al enemigo
como si fuera un hermano.

Jesús murió por nosotros
y no hay otro Salvador.
Vividores hay bastantes;
para desgracia y dolor.

Las palabras de los hombres
cambian lo mismo que el viento;
porque somos vulnerados
por los malos pensamientos.

Quiera Dios que vuestra fe
esté bien fundada en Cristo.
Él dio su vida en la Cruz,
y  el perdón se da por visto.

Felicidad os deseo
con  todo mi corazón.
Yo creo, lo que no veo;
pero  me sobra razón.

Que seáis muy felices,
y con  la salud abundante,
y  comer muchas perdices,
en el mejor restaurante.

Cecilio y Josefina.
25-3-06 – Hospital San Agustín

No hay comentarios:

Publicar un comentario