jueves, 1 de septiembre de 2011

LA BIBLIA

¿Qué es la “ciencia” para que pretendan ponerla a la altura del Creador, como algunos “iluminados” pretenden enseñarnos, y otros, más “sabios todavía” ponen la ciencia como única solución para todos los problemas de la humanidad, incluyendo, claro está, la creación del mundo?  ¿Qué sabe la ciencia acerca de  los misterios de la vida, del alma, del espíritu, del universo finito ó infinito, de la existencia ó negación de Dios? La eternidad, la vida, la muerte, la resurrección. Todos estos grandes misterios siguen ahí, para que los grandes “sabios” los resuelvan cuando puedan. Dios ya los ha puesto en manos de los humildes, por medio de su Palabra, que está al alcance de todos. Hubo y hay todavía, muchos “sabios”, presidentes de gobiernos, a lo largo de la historia, que para tomar una decisión, miraban primero el horóscopo.
Indudablemente que los resultados de la ciencia nos tienen asombrados; pero estos avances se realizan por hombres creados por Dios, con materiales, minerales y productos creados por Dios. El hombre solo puede descubrir lo ya existente. El hombre construye; pero  jamás puede crear nada. Hay un solo Creador, un solo Salvador, y un solo intermediario, entre Dios y los hombres, Jesucristo.


Muchos hombres ignorantes
de las cosas del Señor,
opinan,  muy arrogantes,
que  oírlos,  es  un  dolor.
Conocen algo de un tema,
que aprendieron de otros hombres,
y escucharlos nos da  pena;
pero que nadie se asombre.
Podemos  saber “bastante”;
aunque de pocas materias;
más las cosas del Señor,
no las llamemos miserias.
Nuestro Dios es generoso,
hasta extremos de grandeza;
pero, no abusemos tanto
los que tenemos flaquezas.
No podemos presumir,
en cuanto a  sabiduría.
¿Quién sabe su porvenir?
¿Qué sabemos de la vida?
¿Sabes tú de donde vienes?
¿Sabrás tú cómo terminas?
De las cosas del Señor,
podemos hablar, si hay  fe,
más siempre será  mejor
si callo lo que no sé.
En temas espirituales
no manda la inteligencia;
quien manda es el corazón,
siempre con mansa prudencia.
No presumamos de sabios,
pues todos sabemos poco.
Vale más cerrar los labios,
o abrirlos, pero muy poco.
Cuando Cristo vino al mundo
a dar la vida por todos,
bajó  a lo más profundo,
para limpiar nuestros lodos.
Hoy nadie puede negar,
la existencia del Señor.
Fue, hace dos mil años,
cuando vino el Redentor.
Aunque no leas la Biblia,
que es Palabra del Señor,
hay muchos libros de historia
al alcance del lector.
Hoy sigue habiendo milagros,
y hablan millones en “ lenguas”,
¡esto sí que son regalos!
¡Y si tu no creces, menguas!
¿Es que tú no ves a Dios?
¡Yo le veo diariamente!
¡y estamos juntos los dos!
y en esto, soy consecuente.
¿Ves la maldad que hoy existe
en el mundo “basurero”?
Es que existe Satanás,
que es un dios muy embustero.
Adoremos  al  Señor,
aquel que murió en la cruz.
Adoremos  con  amor;
a quien nos dio Su Gran Luz.
Hoy se adora a muchos hombres,
que viven en la opulencia,
y no quiero mencionarlos,
por causa de mi conciencia.
¡Arrinconaron a Cristo.....
que es el Rey de la paciencia!

 Cecilio García Fernández
 San Martín de Podes

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