Nacemos todos sufriendo
según dijo mi partera,
lo mismo me están diciendo
los más cultos con carrera,
también sufrieron las madres
para sacarnos afuera.
Ahora llega la vejez
y te aumenta el sufrimiento,
porque valemos muy poco
y se nos marchó el talento;
menos mal que el alma existe,
pues la llevamos muy dentro
Hombres de pueblos, antaño,
labriegos, o labradores,
trabajaban con sudores,
para poder malvivir,
pensaban en sus amores
y aguantaban los dolores
trabajando hasta morir.
Nacieron como herramientas,
pues los golpes del destino
de una humanidad contenta,
donde el hombre mucho inventa,
mas no sale la cuenta,
y echa un buen trago de vino.
Trabajaban con estiércol,
llamado en Asturias, “cucho”,
que lo producen las vacas,
porque todas comen mucho.
Se mezcla con las “rebollas”,
ya que los montes dan mucho.
Es un “abono” excelente,
para una buena cosecha,
¡mucho trabajó la gente!;
ahora ya no hay remanente,
ni se esclaviza la gente,
se escapan como una flecha.
“Antaño”, no era vivir,
ahora se vive muriendo,
antes todo era sufrir,
ahora todo es presumir,
no hago mas que resumir
de lo poco que estoy viendo.
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