jueves, 25 de agosto de 2011

NO MENTIR

  Hay que andar por buen camino
y mirar donde se pisa
para no tener tropiezos,
por andar siempre con prisa.
   Busquemos caminos rectos,
que son malos los hatajos,
pues engañan y van lejos,
y pisan los fondos bajos.
   La rectitud con la fe,
hacen muy buenas alianzas;
ya que lo sucio se ve,
por no andar con la templanza.
   Hay noches que son oscuras;
mas para el que pisa bien,
siempre le guía la Estrella,
para no romper un pie.
   Si nuestra carga es pesada,
tenemos que descansar,
en aquel que es poderoso,
y nos aparta del mal.
   Hay que andar con ropa limpia,
lo mismo que el corazón,
y no mentir a la gente;
pues nadie tiene razón.
    Solo existe una Verdad.
Solo existe un Fundamento.
Lo demás...., es vanidad.
Lo digo, por que lo siento.
   El tiempo pasa volando;
pero vi muchas miserias,
y cuantas tendré que ver,
si es que Dios no lo remedia.
   Todos vamos a morir,
¡para qué buscar placer,
si la muerte está a la puerta,
y existe otro amanecer!
   ¿A que llamamos vivir,
en esta triste existencia,
donde triunfa la indecencia,
porque nos falla la fe?
   ¿Qué cuentas vamos a dar
en presencia del Gran Rey,
por una existencia sucia,
solo por seguir la grey?
   ¡Hay senderos que son limpios,
y nadie puede torcer!
¡Jamás perder la esperanza,
porque hay otro amanecer!
   Estamos aquí prestados;
pero hay una gran misión:
¡Ayudar siempre al más débil,
es vivir con la razón!.
   Te están filmando tu vida,
con toda la precisión;
pero no saldrá borrosa.
¡No tendrás esa ocasión!
   ¡Luego no sirven lamentos,
ni esas disculpas piadosas!
¡Vamos pasar por el Aro!
¿Habrá cosa más preciosa?
   Si es que té salva una virgen,
vestida de grana y oro,
corre, corre de tras de ella,
que luego llegara el lloro.
   Vive como un desalmado,
con tu poder bochornoso;
y coloca más medallas,
sobre tu cuerpo ostentoso.
   ¡Haz un alto en tu camino!
¿Meditas, piensas, razonas?
¿Para que quieres medallas,
cuando Dios nos da coronas?
   Sales por televisión,
con la sonrisa triunfante;
pero vives sin razón.
¿Por qué eres tan ignorante?
   Otros nos hablan de un dios,
que han pintado en catedrales;
y solo sirven al diablo,
el rey de las vanidades.
   No creer en las derechas,
que llaman civilizadas,
ni tampoco en las izquierdas;
pues viven equivocadas.
   Hoy para tener un hijo,
no se necesita esposa,
te juntas con otro “macho”,
que es, el  capullo de una rosa”.
   Dicen que lo educan bien,
pero, ¡pobre criatura!.
¿Llamas esto libertad?
¡Tenéis la cara muy dura!
   Yo lo que quiero son botos,
para tener mayoría;
pues yo prefiero el AMOR,
y abajo la hipocresía.

Cecilio García Fernández

San Martín de Podes

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