lunes, 22 de agosto de 2011

OBSERVACIONES

   Callaré mis pensamientos

para ocultar ciertos males;
si me preguntas por cuales,
no los quiero recordar,
ni los quiero mencionar,
por ser cosas muy vanales.

   Callo mis males, sufriendo,
y sufro callando males,
mas no todos son iguales.
¡Quien pudiera predecir!
porque mentir, no es decir
un montón de vanidades.

   Sé que en mi no está el poder
porque de Cristo dependo;
pero, como yo de él vengo,
lo  debo  manifestar;
porque no puedo callar,
ya que lo llevo muy dentro.

   ¡Cuantas veces habré hablado,
cuando no debí de hablar!
!Cuántas veces al callar
ganamos una fortuna!
¡Dos palabras, quizás una,
nos puede causar un mal!

   Sé que alguna vez hablé,
y estaba mejor callado.
Démoslo por olvidado;
mas si hay arrepentimiento,
ya no me queda el lamento
por hablar, lo mal hablado.

   Pongamos freno en la boca,
por ser la que más ofende.
Ya sé que de mi depende.
También depende de ti,
yo  te  lo aconsejo  así,
porque heres inteligente

   Cuando alguna vez callé,
me hallé muy lejos del mal;
por eso, nunca es igual
hablar mal, que con cordura,
porque allá en la sepultura
todos vamos a callar.

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