lunes, 22 de agosto de 2011

NUESTRO ADVERSARIO

      Todos sabemos que hay cristianos de muchas denominaciones, con seguidores abundantes, que se cuentan por millones;  pero el desconocimiento de la Palabra de Dios es enorme; porque  se lee poco, y cuando se menciona al diablo, pocos creen en él. Si este retorcido personaje no existiera, viviríamos todos en armonía, unos con otros, y todos con Dios. Concretando, estaríamos en el Paraíso, de donde fuimos expulsados por causa del diablo, y nuestra desobediencia.
     Dios nos desea a todos lo mejor, y  jamas nos hace daño; si bien es cierto que cuando él lo cree oportuno, ó necesario, consiente todo lo que nos ocurre. También hay que tener en cuenta que hemos heredado el pecado de nuestros padres, porque también  ellos lo heredaron y así llegamos hasta el primer padre, Adán.
      Por esta causa todos nacimos “retorcidos, como vulgarmente se dice; pero todo el que acepta a Cristo como Salvador, tiene el cielo asegurado, si bien, mientras estamos aquí en la tierra, tenemos que luchar con toda la maldad que pesa sobre nuestras espaldas, que es mucha, sin contar miles de tipos de enfermedades, que son el  fruto de nuestra maldad.
      Como Satanás existe, créase ó no, es imprescindible saber como nos ataca, por donde, cuando y que tipo de estrategia tiene. Tenemos también que saber que clase de armamento precisamos y si no lo tenemos hay que saber donde se puede adquirir, para luchar contra semejante enemigo, ya que hablamos de una guerra espiritual.
      Cristo dio su vida por  nosotros en la Cruz; pero como Satanás es el Príncipe de éste mundo, hasta que Jesús venga a recoger a su pueblo, debemos coger la armadura y espada, que es fe y la Palabra de Dios, con la cual  podemos luchar contra tan grande y poderoso enemigo apartándolo de nosotros,  por muy poco  tiempo, ya que seguirá hostigándonos siempre, sobre todo metiendo en nuestra mente todo cuanto pueda,  para apartarnos de Jesús.   
     Nuestro enemigo tiene poder y sabiduría para excitar todos nuestros malos pensamientos, haciéndonos ver que toda la razón está de nuestra parte. Hasta nos hace ver y creer que debemos adorar  imágenes, dioses falsos.  De ésta forma se trabaja para él, y se niega a Jesús.
     Para nada sirve decir que creemos en Dios y en Jesús, si no hacemos lo que el Señor nos manda, por medio de su Palabra
    Si todos aceptamos a Jesús, y cumplimos con sus palabras, que son enseñanza y normas para vivir en armonía con él, el mundo sería otro. Al terminarse las envidias, los egoísmos, el instinto maligno que llevamos metido en la sangre, más todos los afanes de poder, se terminaban las guerras, no habría más `pobres sobre la faz de la tierra; porque todo sería armonía, paz, tranquilidad, y  amor unos para con los otros.
      Si yo fuese la máxima autoridad cristiana en España, me avergonzaría al decir que los católicos representan el ochenta por ciento en éste país. Con semejante dato, dejan a Jesús y su Palabra muy mal parados, ya que, entre esos treinta y cinco millones y pico de creyentes   están los homosexuales, lesbianas, crímenes de todo tipo, robos de niños  para vender sus miembros, ó venderlo y revenderlo, como un negocio, violaciones, alcoholismo, drogadicción, separaciones matrimoniales, enemistades de todo tipo, orgullo, vanidad, brujería por la televisión y en consultas particulares, misas negras, sexo en abundancia desde la pubertad, explotación de todos los marginados, especialmente de los emigrantes, por parte de los empresarios, guerras entre familias, rencores, odios envidias, espectáculos  pornográficos solo para mujeres, etc.
      Con éste caudal de virtudes pueden presumir; pero si ese porcentaje fuera de cristianos, seguidores de Cristo, otro gallo cantaría.
       Con esta pequeña, pero significativa muestra de “virtudes,” merece la pena hacerse la siguiente  pregunta: ¿Para qué vino Jesús a sufrir y dar su vida para la salvación de todos los hombres de la tierra? ¿Si la Iglesia Católica es la “verdad” y trae la salvación para sus creyentes y el papa es infalible, cómo es posible que tengamos ésos  resultado tan equivocados?
      Isaías  44:9 dice: Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. 10 ¿Quién formó un dios, o  quién  fundió  una imagen que para nada es de provecho?. ¡
      ¡Cuándo  la muerte  arrebate sus víctimas, ya es demasiado tarde!
    
       La única forma posible de vencer a Satanás al mundo y la carne, que son los tres enemigos del hombre, es entregándose a Cristo, con toda sencillez, con humildad, como quien habla con un auténtico amigo, diciéndole, más ó menos: Señor: Solo te conocía de nombre y viví como la mayoría de las personas, siempre pendiente de mis cosas; pero de ti jamás me acordé. Me arrepiento de todo el mal que haya cometido. Te pido perdón, y desde hoy quiero que tú seas el dueño de mi vida. Dirígeme  y acompáñame en todo momento.
       Cuando uno cree en Jesucristo y en su sacrificio, uno es verdaderamente cristiano; pero para vivir como cristiano se requiere algo más. Necesitamos cierta disciplina, la cual se puede resumir así:
1-      Por medio de la lectura de la Biblia Dios nos habla. Nos muestra cómo quiere que vivamos, nos alienta y nos reprende si es necesario. ¿Cómo podemos obedecer a Dios sin antes escucharlo y conocerlo?  ¡Leamos su Palabra!
2-      La oración es imprescindible para relacionarnos con Dios. Si un matrimonio no se hablara, ¿cómo iban a poder entenderse? Vivirían muertos, como matrimonio.
3-      También es muy necesaria la relación con otros creyentes. Si sacamos un tizón de un brasero, observamos que cambia de color, de aspecto, se enfría y deja de ser útil para el resto de los tizones, que juntos, unidos, forman el brasero, que están representando el Cuerpo de Cristo. Cristo es la fuente de energía, es el calor, lo es todo para nosotros. No podemos conformarnos con ser cristianos a secas, como quien es músico; pero solo toca para sí.
       Si realmente te entregas a Jesús y lees su Palabra, él actúa sobre tú vida y hará de ti un hombre nuevo, que significa cambiar todos tus malos hábitos, tu forma de hablar y cumplir con sus mandamientos.
       Este cambio es lento, hay que leer, pensar, recapacitar y luchar mucho, pues las tentaciones son fuertes y nuestro poder, como hombres, como carne, es muy débil: por esta razón hay que rendirse a Cristo y no imitar a ningún hombre, ya que pretenden engañarnos, y lo logran con millones de almas desorientadas, por haber recibido una educación religiosa falsa por parte de la alta curia romana, que en el transcurso de los años ha perseguido la Biblia y que hoy se sigue rigiendo por dogmas, fabricando santos en cadena.
       Pertenecer  a Jesús, significa conocer su Palabra y cumplirla. Si el tiempo que perdemos  viendo la televisión ó leyendo sobre cualquier tema de frivolidad lo empleáramos leyendo la Biblia, viviríamos en armonía con nosotros mismos y con Dios. 
      Si verdaderamente creyésemos en las enseñanzas de Jesús, en vez de conocer la vida de artistas y deportistas, nos iría mucho mejor en ésta vida.
       La Palabra de Dios debe leerse con fe, de lo contrario, solo nos serviría como un libro para adquirir cultura; pero espiritualmente no se recibe nada. Sin la fe nada podemos hacer. Jesús dijo: el que creyere en mí y fuere bautizado, será salvo.
      Somos espíritu; pero tenemos cuerpo y alma. El cuerpo lo conocemos bien y el alma se compone principalmente de emociones, sentimientos, buenos y malos. Cuando tenemos algún problema sentimos una “opresión” en el pecho y este dolor es del alma, aunque hay quien la niega. Cuando sientes gozo y paz, también es del alma.
       La paz viene de Dios; pero la tenemos por momentos. Hay que luchar por alcanzarla, pues siempre trata de escapar, por medio de las tentaciones, que podemos admitir ó repeler.
       Mientras estamos en éste mundo, nadie puede tener paz total, pues el pecado mora en nosotros. Estamos luchando día a día; pero quien no recurra a Jesús siempre estará en derrota. ¿Cuándo termina la lucha?. El día de la muerte
e del cuerpo, si Jesús mora en ti.
      La tribulación es la raíz de todos los males heredados. Es el mismo mal con que nacemos.
      Cuando decimos: éste niño tiene malas inclinaciones, estamos hablando de la tribulación y nadie se puede librar de dicho mal, si no es por medio de Jesucristo. La tribulación mora en el espíritu del pecador,  pasa al alma, y de esta a la mente. Una vez que el pensamiento está en la mente, ésta toman la decisión de realizar ó abandonar dicho pensamiento. Si ves que es malo, no lo aceptes, y dale gracias a Dios por haber vencido, en esa ocasión; pero si eliges el mal camino, no debes lamentarte; más si le pides perdón a Jesús, éste te estará perdonando siete veces setenta, como él dijo.
       No valen disculpas cuando hacemos algún mal, Dios nos da discernimiento para distinguir, y nosotros actuamos libremente. Somos responsables de nuestros actos.
             
       La única forma posible de vencer a Satanás al mundo y la carne, que son los tres enemigos del hombre, es entregándose a Cristo, con toda sencillez, con humildad, como quien habla con un auténtico amigo, diciéndole, más ó menos: Señor: Solo te conocía de nombre y viví como la mayoría de las personas, siempre pendiente de mis cosas; pero de ti jamás me acordé. Me arrepiento de todo el mal que haya cometido. Te pido perdón, y desde hoy quiero que tú seas el dueño de mi vida. Dirígeme  y acompáñame en todo momento.
       Cuando uno cree en Jesucristo y en su sacrificio, uno es verdaderamente cristiano; pero para vivir como cristiano se requiere algo más. Necesitamos cierta disciplina, la cual se puede resumir así:
1-      Por medio de la lectura de la Biblia Dios nos habla. Nos muestra cómo quiere que vivamos, nos alienta y nos reprende si es necesario. ¿Cómo podemos obedecer a Dios sin antes escucharlo y conocerlo?  ¡Leamos su Palabra!
2-      La oración es imprescindible para relacionarnos con Dios. Si un matrimonio no se hablara, ¿cómo iban a poder entenderse? Vivirían muertos, como matrimonio.
3-      También es muy necesaria la relación con otros creyentes. Si sacamos un tizón de un brasero, observamos que cambia de color, de aspecto, se enfría y deja de ser útil para el resto de los tizones, que juntos, unidos, forman el brasero, que están representando el Cuerpo de Cristo. Cristo es la fuente de energía, es el calor, lo es todo para nosotros. No podemos conformarnos con ser cristianos a secas, como quien es músico; pero solo toca para sí.
       Si realmente te entregas a Jesús y lees su Palabra, él actúa sobre tú vida y hará de ti un hombre nuevo, que significa cambiar todos tus malos hábitos, tu forma de hablar y cumplir con sus mandamientos.
       Este cambio es lento, hay que leer, pensar, recapacitar y luchar mucho, pues las tentaciones son fuertes y nuestro poder, como hombres, como carne, es muy débil: por esta razón hay que rendirse a Cristo y no imitar a ningún hombre, ya que pretenden engañarnos, y lo logran con millones de almas desorientadas, por haber recibido una educación religiosa falsa por parte de la alta curia romana, que en el transcurso de los años ha perseguido la Biblia y que hoy se sigue rigiendo por dogmas, fabricando santos en cadena.
       Pertenecer  a Jesús, significa conocer su Palabra y cumplirla. Si el tiempo que perdemos  viendo la televisión ó leyendo sobre cualquier tema de frivolidad lo empleáramos leyendo la Biblia, viviríamos en armonía con nosotros mismos y con Dios. 
      Si verdaderamente creyésemos en las enseñanzas de Jesús, en vez de conocer la vida de artistas y deportistas, nos iría mucho mejor en ésta vida.
       La Palabra de Dios debe leerse con fe, de lo contrario, solo nos serviría como un libro para adquirir cultura; pero espiritualmente no se recibe nada. Sin la fe nada podemos hacer. Jesús dijo: el que creyere en mí y fuere bautizado, será salvo.
      Somos espíritu; pero tenemos cuerpo y alma. El cuerpo lo conocemos bien y el alma se compone principalmente de emociones, sentimientos, buenos y malos. Cuando tenemos algún problema sentimos una “opresión” en el pecho y este dolor es del alma, aunque hay quien la niega. Cuando sientes gozo y paz, también es del alma.
       La paz viene de Dios; pero la tenemos por momentos. Hay que luchar por alcanzarla, pues siempre trata de escapar, por medio de las tentaciones, que podemos admitir ó repeler.
       Mientras estamos en éste mundo, nadie puede tener paz total, pues el pecado mora en nosotros. Estamos luchando día a día; pero quien no recurra a Jesús siempre estará en derrota. ¿Cuándo termina la lucha?. El día de la muerte
e del cuerpo, si Jesús mora en ti.
      La tribulación es la raíz de todos los males heredados. Es el mismo mal con que nacemos.
      Cuando decimos: éste niño tiene malas inclinaciones, estamos hablando de la tribulación y nadie se puede librar de dicho mal, si no es por medio de Jesucristo. La tribulación mora en el espíritu del pecador,  pasa al alma, y de esta a la mente. Una vez que el pensamiento está en la mente, ésta toman la decisión de realizar ó abandonar dicho pensamiento. Si ves que es malo, no lo aceptes, y dale gracias a Dios por haber vencido, en esa ocasión; pero si eliges el mal camino, no debes lamentarte; más si le pides perdón a Jesús, éste te estará perdonando siete veces setenta, como él dijo.
       No valen disculpas cuando hacemos algún mal, Dios nos da discernimiento para distinguir, y nosotros actuamos libremente. Somos responsables de nuestros actos.
                                                                                                                        
       Salmo 19:1 de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. 2 - Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 – No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.  4 – Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso el tabernáculo para el sol.
       Todo ser humano que contempla el firmamento por la noche y niega la existencia de su creador es un necio. Dios nos está hablando en todo momento. Cuando vemos construido un puente, un avión extraordinario, el poder hablar de un continente a otra oyéndonos y viéndonos perfectamente, consideramos que el hombre es un dios;  pero si ignoramos que solo solamente somos transformadores de las materias creadas por Dios, hay que reconocer nuestra necedad.
       ¿Porqué damos tanta importancia a las obras del hombre y no queremos ver y reconocer quien fue el creador de nuestras células, que según dicen los entendidos, tenemos millones de ellas, y una sola célula, también dicen, que es más complicada que todo el funcionamiento de la mayor ciudad del mundo.
       No existen hombres sabios. Existen conocimientos, en diversas ciencias, que, como el disco duro de un ordenador, vamos archivando, y éstos datos van pasando de hombre a hombre, de una generación a otra; pero siempre sumando, debido a que en todas las generaciones van metiendo nuevos datos en el disco duro. (Nuestra  mente)
         ¿Cuántos hombres habrán participado en la construcción de un buen puente? ¿No tendrá parte ó participación quien nos ha enseñado a sumar, ó a escribir, a leer….?
         La llamada sabiduría de los hombres consiste simplemente en archivar datos y más datos y con los materiales que nos dejó almacenados el Creador de todo cuanto existe, nosotros vamos, como las hormigas, poco a poco descubriendo cosas, que unas veces son muy útiles y otras catastróficas para el hombre.
       La vanidad del hombre es enorme, y no queremos humillarnos ante el creador. Nos arrodillamos y besamos la mano de un semejante, cuando tal acto lo deberíamos de considerar muy mezquino, muy bajo para un hombre que se tenga por tal. Arrodillémonos y besemos la tierra ante nuestro creador. ¿Las aves van volando de un continente a otro para regresar al lugar de nacimiento? ¿Dónde llevan oculta la brújula? ¿Quién es el general de las mismas, que van en formación perfecta y saben aprovechar el rumbo de los vientos, cuando los hombres hemos tardado millones de años en descubrir este secreto?
       Recapacitemos un poco, no seamos necios, y demos a Dios lo que es de Dios y a los hombres lo que les pertenece. Rindámonos ante la evidencia; pero no nos hagamos unos dioses y otros esclavos. Unos en la opulencia, sacando nuevos ropajes con bordados de oro y otros muriéndose en la acera de una ciudad, ó debajo de un puente, y luego al predicar dicen cínicamente: ¡Queridísimos hermanos míos!, cuando, quien lo dice vive en un palacio y su coche blindado, y también disfruta de chofer.
Jesús dijo: Imitarme a mí que soy manso; pero parece que resulta duro. Jesús fue muy exigente, por lo que vemos. Ahora, si un obispo dice: imitarme a mí, seguro que todo el mundo le quiere imitar. Es natural. Así somos los humanos.
       Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bien aventurado el hombre a quien Dios no culpa de iniquidad., y en cuyo espíritu no hay engaño. Salmo 32:1 y 2.
       ¿Por qué te jactas de maldad oh  poderoso? La misericordia de Dios es continua. Agravios maquina tu lengua; como navaja afilada hace engaño. Amaste el mal más que el bien, la mentira más que la verdad. Salmo 52:1-2 y 3.
       Salmo 97:6 y 7. Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria. Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían de los ídolos. Póstrense a el todos los dioses.
       Proverbios 26:24 y 25. El que odia disimula con sus labios; más en su interior maquina engaños. Cuando hablare amigablemente no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación. El que cava foso caerá  en el; y al que revuelve la piedra sobre él le volverá, y la boca lisonjera hace resbalar. No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día.

                                                          Cecilio García Fernández
      

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