Luchamos como colosos
en esta tierra bendita;
pero los hechos penosos,
nuestra alegría marchitan.
¿Dónde está nuestra verdad,
mis queridos compañeros?
En nosotros hay maldad.
¡Tenemos que ser sinceros!
¿Para qué luchamos tanto,
en éste mundo embustero?
Es que quiero tener mucho,
y me refiero al dinero.
¿Jamás piensas en la muerte?
¡El que muere siempre es otro!
Yo siempre he tenido suerte.
¡Es que vives como un “topo!".
Cuando se va un ser querido,
queda roto el corazón,
y sabéis que lo que digo,
está lleno de razón.
Cuando se va un ser querido,
el alma se nos destroza;
se marcha lo preferido,
decidme: ¿De que se goza?
Cuando se marchan dos seres,
en un tiempo reducido,
no sabes ni lo que quieres,
porque te han dejado hundido.
Cuando se te van dos seres,
que están en tu corazón,
sufres la gran depresión,
y te quedas como ido.
La vida da desengaños
que nos hacen sufrir mucho;
y aunque tengamos cien años,
jamás te creas muy ducho.
¿Cómo pasamos el tiempo,
de ésta vida regalada?
Lo pasamos criticando,
y esto no sirve de nada.
Tenemos que ser hermanos,
tenemos que ser mejores,
tenemos que ser humanos,
y olvidarnos de rencores.
A vuestros seres queridos
jamás les faltó el amor,
luego, no estar afligidos,
porque es menor el dolor.
Hoy mueren abandonados,
en la más pura miseria,
niños que son maltratados,
porque no existe conciencia.
La hija se fue muy joven;
pero recibió cariños,
no supo lo que era el hambre,
como lo saben los niños.
Yo sufro por esos niños,
y ancianos muy maltratados,
y siempre les doy cariño,
y no los tengo olvidados.
Es un mandato de Cristo,
es un mandato de amor,
y esto sí que está bien visto,
y calma mucho el dolor.
Cristo os puede calmar,
ese dolor y amargura.
Él es la brisa del mar,
es todo amor y dulzura.
Jesús vive, no esta muerto,
no lo ver en una cruz.
Él vive en todo momento,
y Él es, quien nos da Su Luz.
Los que adoran una imagen,
están ofendiendo a Cristo.
y aunque les pongan buen traje,
todo es puro formulismo.
Yo pido a Dios por vosotros,
por el esposo y el hijo;
porque Cristo sí responde,
y de esto yo estoy muy fijo.
La vida importa muy poco;
importa, la salvación,
y aunque me tomen por loco,
a mí me sobra razón.
Hay que vivir como Cristo,
sin envidias ni rencores,
y siempre hay que andar muy listo,
que ayudarse, son amores.
Salinas, 10 Marzo 2.001
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