viernes, 26 de agosto de 2011

NAVIDAD 2.008


Una virgen nazarena
ha dado a luz en Belén.
Fue virgen pura y serena
y todo le salio bien;
porque ha dado luz a Cristo
que es hijo de Dios también.

Siendo ya recién nacido,
ya le persiguen a muerte.
Ya empieza andar afligido,
-no le llamar mala suerte-
porque ha sido el elegido
que en su Gloria vino a verte.

¡Tenemos un Salvador!
¡Tenemos Su Puerta abierta!
Él padeció gran dolor,
Él es el Rey del Amor
y a quien duerme, le despierta.
¡Adórenle por favor!

Noche buena en hospitales,
Noche buena en las prisiones,
Noche buena en arrabales
donde el frío –sin pañales-
da puñaladas brutales
en los tiernos corazones.

Noche buena en la trinchera
donde te acecha la muerte.
Noche buena en el trabajo.
Si no existe –mala suerte-
Noche buena por los mares,
y que Jesús venga a verte.

Noche buena por las minas
donde sufren los mineros.
Noche buena a mis vecinos
y a todos mis compañeros,
y aquellos -a quien te arrimas-
que todos sean sinceros.

¡Ya tenemos Salvador!
¡Se consumó el sacrificio!
Conoció pena y dolor,
quien jamás conoció vicio.
Adórenle por amor,
a diario –como un oficio-

¡Que ya no existan más penas!
¡ Amémonos como hermanos!
Dejemos de ser mecenas,
saber que somos humanos.
-Se acabaron las condenas-
Cristo nos lavó las manos.

¡Adoremos solo a Cristo!
¿Qué puede darme una estampa?
¡Adoremos a Jesús!
¡Librémonos de la trampa!
Él vino a traer la Luz.
¡No perdamos la esperanza!

Estudiemos Su Palabra
para adquirir el perdón,
pues Su Palabra es el Verbo
y no existe más razón.
Todo aquel que crea a Cristo
encontró la Salvación.

¡Noche buena, Nuevas Buenas!
¡Ya hemos hallado el perdón!
Aquel Portal de Belén
nos trajo la Salvación,
porque -después de Belén-
vino la Crucifixión.

Gracias, Padre de la Vida,
Gracias, Padre del Amor,
Gracias, porque aquella herida,
-aunque fue grande el dolor-
nos brindó la Nueva Vida
llena de gran esplendor.

Avilés.
(Cecilio)




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