Tú sabes muy bien Señor
todo lo que estoy sufriendo.
Desde hace, quince años,
te lo vengo repitiendo;
y siempre Te pido ayuda.
pues me vienes dando aliento.
¿A quién yo puedo clamar,
si no clamo a mi Señor?
¿En quién puedo confiar
para calmar mi dolor?
Te doy gracias por la vida,
y por todo lo que tengo,
pues tu has curado mi herida,
y ahora ya no me lamento.
¡Yo no merecía tanto!;
pero vivo muy contento,
aunque parezca mentira;
pero así es el sufrimiento.
Muchos te piden por mí,
y es buen fortalecimiento.
Me has concedido una esposa,
que quizás no merecía;
ella es igual que una rosa,
cuando más reluce el día.
Sufrió mucho por mi causa,
además, sigue sufriendo;
pero, pensemos en Ti,
y en tu gran padecimiento.
Desde que Te conocí,
soplan en mí otros vientos.
Yo sufro por ser humano,
y por ser un pecador.
Tu sufriste por salvarnos,
y alivias nuestro dolor.
Tu fuiste muy maltratado.
A mí me trataron bien.
Fuiste en una cruz clavado,
lo hiciste por mi también.
Tengo que vivir atado,
a tu cruz, junto a tus pies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario