lunes, 22 de agosto de 2011

ORACION

Señor: Te pido perdón, por todo cuanto he pecado,
quiero que siempre me guíes, y me lleves a tú lado.
Te pido misericordia, con todo mi corazón,
quiero estar siempre contigo, y me sobra la razón.
Ayúdame diariamente a soportar ésta vida,
uso tú Santa palabra, para curar bien mi herida.
Escúchame bien Señor, mis múltiples peticiones,
que formulo diariamente, por mis santas oraciones.
Pido por todos los niños que viven abandonados,
¡Que salgan de las miserias! ¡Que no sean maltratados!
Pobres niños infelices. ¡Mueren hasta torturados!
¡Viven en alcantarillas, perseguidos y acosados!
Los abandonan sus padres; pero no se hallan ni casados.
Se juntan por el placer; más no están enamorados.
Muchos no creen en Dios. Creen en las religiones;
pero Cristo es la Verdad. ¡No valen lamentaciones!
Señor: ¡Te pido justicia! La tuya, la verdadera.
No quiero la de los hombres, que son la pura quimera.
Si tienes dinero, ganas. Si no lo tienes, perdiste.
Esta es la pura verdad; ¡La justicia que subsiste!
Calma el dolor de los hombres. Que no sufran tanto daño.
Enséñales Tú Verdad, pues no salen de su engaño.
 Te pido por los enfermos, por todos los reprimidos.
Te pido por los ancianos que viven muy afligidos.
Que conozcan al Señor, que dio Su vida inocente.

Fue clavado en una cruz, y murió; pero cruelmente.

¡Cristo murió por nosotros, y no existe otra verdad!
Quien no se ha entregado a Cristo, pertenece a Satanás.
No valen las medias tintas. ¡De lo que uno tiene, da!
Cristianos de corazón, os pido con toda fe,
que oréis por la razón y que Jesús os la de.
¡Ser cristianos de verdad! ¡No hacer como el avestruz!
Cuando Cristo se marchó, nos dio el Espíritu Santo,
para que nos acompañe y calme nuestro quebranto.
Jesús lo dijo muy claro. ¡Hombre bueno, no hay ni uno!
Y esa Palabra está escrita, y decirla es oportuno.
Señor: ¡Danos Tú remedio, para que cambie éste mundo!
y que no mueran más niños, ni que anden de vagabundos.
Te pido por los enfermos, de hospitales y prisiones,
y que les toques muy fuerte, en sus tristes corazones.
Que haya trabajo abundante, y que no existan hambrientos.
Que haya menos diferencias, para estar todos contentos.
Gracias Señor por Tú amor, y también por Tú paciencia,
que escuchas las oraciones que Te hacemos con frecuencia.
¡Losa que están con Cristo ganan! ¡Y no existe otra razón!
¡Cristo murió por nosotros, y esto no es una ilusión!

Cecilio García Fernández



No hay comentarios:

Publicar un comentario