Anoche, cuando veía
mi amada televisión,
no creía lo que oía,
y llegó mi indignación.
El gobierno ha decretado
que dos hombres duerman juntos;
y los obispos decían:
¡Hoy es día de difuntos!
Unos decían que “estira”,
y otros decían que afloja;
unos llaman al siquiatra;
pero otros a la Cruz Roja.
La iglesia pone reparos,
e induce a la rebelión;
pero los más liberales
dicen que no es solución.
Hombre con hombre: ¡pecado!;
¡pero de los más mortales!;
más, ayudar dictaduras:
¿serán pecados veniales?
El Parlamento se escuda
en representar al pueblo;
pero la Iglesia nos dice
que así, no se halla el consuelo.
Yo no puedo ser neutral
ya que he sido monaguillo,
y creo que está muy mal
que destrocen un chiquillo.
Homosexuales existen
en todas las religiones;
pero donde no hay mujeres…,
ó “tragas”, ó hay “represiones”.
El problema tiene miga,
pues no es cuestión de partidos;
porque les gusta la carne
a felices y afligidos.
Si les entregas un niño,
un varón que hemos perdido;
porque le enseñan sus “mañas”,
y otro inocente podrido.
¿Cómo es posible Señor,
que habiendo tantas mujeres,
los que dicen que son hombre,
se van con otros quereres?
Mirar que hay mujeres bellas;
mirar que son femeninas;
mirar que son buenas madres;
y unas abuelas divinas.
La iglesia se encuentra baja
y pasa malos momentos;
porque hoy, las “niñas” hermosas
ya no ingresan en conventos.
Los curas quieren casarse
y esto sí que es natural;
porque lo manda la Biblia
y se debe respetar.
Quien no gobierna una casa
jamás sabrá gobernar,
y lo dice el Evangelio,
y no existe más verdad.
Pecan los homosexuales;
pero peca el drogadicto;
también pecan las lesbianas
que están cerca del abismo.
Yo les pregunto a los curas,
con humildad y cariño:
¿Por qué no se casan todos
para tener algún niño?
¡Mirar que ahora el Evangelio
está “pegando” muy duro,
y las almas van cambiando,
de lo verde a lo maduro!.
Cuando la iglesia protesta,
si cree tener razón,
pueden perder las “ayudas”,
que son “fuerza, no razón”.
Muchas veces, por la noche,
sueño con gran ilusión,
que si tuviese un palacio
vivía como un bribón.
Jesús no riñó a lesbianas
ni a otros muchos pecadores.
Él enseñó su camino,
que son las mejor razones.
Jesús no dijo: ¡Protesta!,
¡salir todos a la calle!
¡Jesús cumplió sus promesas!
y quien no sabe, que calle….
Jesús nunca fue a un entierro
ni oró por ningún difunto:
Tanto como has estudiado:
Dime: ¿crees que yo me confundo?
Sabio, que “vives” de otros,
que “compran” la Salvación ,
dime, ya que sabes tanto:
San Martín de Podes
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