viernes, 12 de agosto de 2011

¿QUÉ PIENSAS TÚ DE CRISTO?

   ¿Cuáles son las principales cuestiones en tú vida? ¿La salud? ¿El trabajo? ¿Los hijos? ¿El matrimonio? ¿El porvenir? Las opiniones son diversas y variadas.

   Cierta vez formuló Jesucristo a sus contemporáneos la pregunta del encabezamiento. No se imaginaban que ésta era la pregunta más importante que se les podía hacer, ya que decidía su eterno porvenir. Desde entonces han pasado unos dos mil años, y esta misma pregunta sigue formulándose al mundo entero hasta el día de hoy: ¿Quién es Jesucristo? Para muchas personas a lo sumo pertenece al ambiente eclesiástico. En base a esta opinión, se intenta mantener al Hijo de Dios dentro de los muros del templo y edificios religiosos. Muchos ven en él un personaje histórico, un hombre de bien, quizás un modelo en cuanto a la moral. Otros, voluntariamente, niegan su existencia. También le mezclan con infinidad de sectas.

   Y para usted, ¿quién es Jesucristo? Más allá de todas las respuestas humanas queda la posibilidad de ir al Libro, la Biblia, el único que nos da las respuestas de Dios a tan importante pregunta. En Mateo 16:16 leemos la afirmación del apóstol Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Hoy es el momento oportuno para reconocer a Jesucristo  como Salvador y Señor; maña ya se presentará como Juez Son numerosos los hechos que apuntan al cumplimiento de ese plan divino. Y cuando el Señor vuelva, para el ser humano lo único que cuenta es si creyó o no en él. La indiferencia ó el rechazo tendrán serias y fatales consecuencias.

   Hoy, por medio de numerosas religiones, se adoran imágenes, -no importa de quien- (venerar, idolatrar, reverenciar, amar, honrar, querer, admirar, exaltar y estimar) y Jesús queda en el olvido o en segundo término. Se ponen velas a imágenes de madera para pedirles favores y también en señal de agradecimiento por cualquier hecho acaecido que hayamos creído nos resultó favorable. del cual creemos haber salido beneficiados, dejando en el olvido al creador. Se hacen estas cosas porque nos las han enseñado de pequeños y con el “Catecismo” nos han despachado” al tiempo que la Santa Palabra de Dios quedaba prohibida porque solo la podían leer los doctos, olvidando, por su propio interés, el mandato de nuestro Señor Jesucristo.

   ¿Cómo se adquiere la fe? La fe viene por el oír y leer la Palabra de Dios. Juan  5:39-
Escudriñar las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; -40- y no queréis venir a mí para que tengáis vida. –41- Gloria de los hombres no recibo. –43- Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ese recibiréis. –44- ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

   Hechos 4:12. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

   Mateo 22:36. Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? –37- Jesús le dijo: Amarás al Señor tú Dios con todo tú corazón, y con toda tú alma, y con toda tú mente.

-38- Este es el primero y grande mandamiento.-39- y el segundo es semejante: Amarás a tú prójimo como a ti mismo.-40- De estos dos mandamientos depende la ley de los profetas.

    Adoremos solamente a Dios Padre Hijo y espíritu Santo tal como nos indican los versículos citados y muchos más que se hallan en las escrituras. Solo Dios sabe quien es santo. Todos los hombres, sin excepción nacemos pecadores y podemos ser salvos por la gracia de Dios .Ningún otro hombre, vivo o muerto, nos puede salvar.


Cecilio García Fernández

San Martín de Podes

No hay comentarios:

Publicar un comentario