jueves, 4 de agosto de 2011

¿HAY JUSTICIA?

   ¡Cuantas veces al hambriento
no le queremos ni ver,
ni le prestamos la ayuda
que el hombre quiere tener!

¡Cuántas veces el sediento
no tiene donde beber!
¡El agua que estás bebiendo
jamás  te quita la sed!

   Reímos, mas la alegría,
¿anida en el corazón?,
esto un creyente decía,
y le sobraba  razón.

   Hay amantes de las guerras
que nunca están satisfechos
y siguen vendiendo armas,
-luego dan golpes de pecho-

   Los que cercan las ciudades
siempre son los harapientos,
pasando calamidades
hambre, sed y sufrimientos.

   Estos pobres mal tratados
por esta hambruna existente,
están todos olvidados,
y el mal sigue  persiste.

   Mientras pocos tengan mucho,
muchos,  poco van tener,
y esto lo dice uno ducho
en sufrir y obedecer.

   Si quien ha creado el mundo
habita en los corazones,
todos cambiamos de rumbo
y entraremos en razones.

   Todo está mal repartido;
mas hay frutos abundantes;
pero por los pervertidos,
sufren los que andan errantes.

   Hallar un hombre perfecto
es buscar una quimera,
o si quieres un anhelo
u otra esperanza cualquiera.


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