lunes, 15 de agosto de 2011

PLATÓN DIJO:

Ante todo es necesario cuidar el alma si se quiere que la cabeza y el resto del cuerpo funcionen correctamente.

   Platón nos habla del alma,
Y fue sobrio en su razón,
Porque con el corazón
Nos ponemos en contacto,
Con lo serio, no en lo abstracto.
Nadie vive de ilusión ilusión.

   Mente corazón y alma,
Alma mente y corazón,
La vida no es ilusión,
Ésta transciende hasta el Cielo,
Y esto es el mejor consuelo
Del hombre, si es buen varón.

 Cuerpo, espíritu y alma,
Son el trino de la vida,
Ninguna es la preferida
Por que las tres son en una,
Y esta frase es oportuna
Ya que la vida es divina.

   Del cuerpo, para que hablar,
Se lo comen los gusanos,
Sean buenos, sean malos,
Somos carne de cañón,
Necios, cuando no hay razón.
Fallamos por ser humanos.

   Quien no controla la mente
No gobernará su vida,
Con la vara que otro mida
No la apliques para ti,
Saber que quien viva así
Ha de sangrar por su herida.

   Hay que saber lo que vemos,
Pensar en lo que miramos,
Siempre muy limpias las manos
Y la mente muy despierta,
El que piensa bien, acierta,
Mis amados ciudadanos.

   ¿Quién se atreve a comparar
a Jesús con un Platón?
¿Quién se atreve, con razón,
a poner a Cristo en duda?
Que mi lengua quede muda
si tuerzo mi corazón.

   Y Platón tuvo razón
al decir: ¡Cuidar el alma!
por ser la que trae calma
a todo ser, que es la mente,
y no hay nada equivalente
para la paz, que esta arma.

   En la mente hay gran cabida
y su espacio es infinito,
y almacena, hasta un grito
dado con toda justicia;
mas no meter la avaricia,
porque al final habrá juicio.

   Jamás hagamos alarde
de esas podridas riquezas,
dejemos las sutilezas
en manos de los malvados,
astutos desenfrenados,
que se gozan con bajezas.

   Si controlamos la mente
habrá paz espiritual,
elevamos la moral,
desterramos las flaquezas,
más amor y menos quejas,
mucho bien,  y poco mal.

   Estar al lado de Cristo
y lejos de Satanás,
mira siempre donde vas
para tomar buen camino,
porque el mayor desatino
es huir de la Verdad.

San Martín de Podes, 4-7-07
Cecilio García Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario