viernes, 12 de agosto de 2011

¡QUÉ FÁCIL ES CREER!

   Qué fácil es creer, cuando hay un poco de sentido común y buena voluntad. Veamos dos versículos, de los cientos que existen con ejemplos similares a éstos:

    Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.  Juan 12:24

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.  Salmo 126:6

   Quien tenga interés en creer a Dios, con auténtica fe, que lea alguno de los miles de versículos que nos muestran la existencia de Dios, como los citados.

    Estos hermosos versículos me recuerdan al salmón, que después de luchar duramente contra la corriente de las aguas, logra llegar a un remanso, desova (deposita su simiente) y muere placidamente, para que siga viviendo su descendencia. ¡Que sencillo de comprender!

Bendita y Santa Palabra
fuente de la salvación,
Palabra que necesito;
pues si no, me precipito,
y no tendré solución,
y yo necesito el agua
y mucha meditación,
para que vivas en mí,
en mi propio corazón,
y viva entregado a ti,
pues tú muerte no fue vana,
ni vano tú sufrimiento;
porque tú muerte ha sacado
de lo profundo, enterrado,
lo que había en el Infierno.
Bendita seas María,
por ser Dios quien te eligió;
pero no puedo adorarte;
el Señor lo prohibió.
El niño, está en su  vientre,
 su madre, con gran pudor,
le acaricia y le bendice,
llamándole ¡Salvador!
pues ella, no es salvadora!
¡No confundir por favor!,
que la Sangre de mi Cristo
es causa de gran dolor,
para todo aquel que cree
al único Salvador,
porque la sangre fue mucha,
y él solo la derramó.

San Martín de Podes, 24-4-07
Cecilio García Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario