Porqué somos tan villanos,
Si el hombre fuese creyente,
con amor y complacencias
el mundo sería decente.
¿Sabemos el reglamento
que Dios Padre nos donó?
Muchas dudas tengo yo,
porque soy un ignorante;
mas Dios enseña bastante
por que fue quien nos creó.
Por la lluvia, por el viento,
sabemos que hay Creador.
Sé que se paga el dolor
por una desobediencia,
y hoy, no nos libra la ciencia
que comete mucho error.
Negar a Dios, es de necios,
Y lo niegan muchos “sabios”.
Por la boca y los labios
Hacemos malas jugadas,
Y somos, como manadas,
Perdidas por los resabios.
Si no aceptamos la Cruz ,
en la que Jesús murió,
a ti, te aseguro yo,
que mala vida te espera,
y aunque yo sea un cualquiera
sé porque Cristo sufrió.
Él nos dejó un buen mensaje
que debemos de aprender.
Quién le quiera obedecer,
Dejemos de ser payasos.
¿Es que te quieres perder?
El reglamento de Cristo,
Su Palabra no es casual,
Y es pura sabiduría,
para librarme del mal.
Su Palabra nos transforma
Porque tiene gran poder.
Si la escuchas, o la lees,
Sabrás más que sabe un sabio.
No actuarás con agravio,
¿Hay algo mejor que hacer?
Si alcanzas la salvación,
Vives con más tolerancia,
pues Cristo enseña humildad,
jamás tuvo vanidad,
porque el amor es templanza.
De pequeño me enseñaron
Misas, santos, procesiones,
Y hubo también ocasiones
Que confesé mis pecados,
Teniéndolos olvidados
En una y mil ocasiones.
Me engañaron neciamente,
Con argucias y otras mañas.
Ahora qué dicen las gentes
Después de tanto fracaso?
Ir a Cristo –por si acaso-
Vete a Jesús. Él no engañas.
Perdonadme - los creyentes-
Que creéis en purgatorios,
Y también en abalorios,
Para contar bien los rezos,
A mí, me han dado bostezos
Igual que en los crematorios.
16- 08- 09
No hay comentarios:
Publicar un comentario