viernes, 12 de agosto de 2011

RECONCILIACIÓN

      Benditos años de gozo
que vivimos los mortales,
junto con los animales
que tanto cariño dan,
y aunque les demos el pan
ellos nos dan sus bondades.

      Ya recorrí todo el mundo
y no hay dos hombres iguales;
más no son casualidades,
porque Dios no se equivoca.
Bendícele con tu boca,
no digas cosas banales.

      Por donde quiera que iba
jamás hallé la justicia;
más abunda la avaricia
y no escasea el rencor;
tampoco falta el dolor
¡éste mundo se desquicia!.

     Cuando veo un noticiario
ya espero malas noticias;
y estas nunca son ficticias,
porque se están repitiendo
todo lo que estoy diciendo
 por causa de la avaricia.

     Cuando explotamos al pobre
la pólvora se acumula,
más el necio disimula,
diciendo: ¡no pasa nada!.
la pólvora está mojada,
pero el odio se acumula.

      Jesús nos habló muy claro;
más no tenemos amor,
y esto es causa del dolor
que tenemos los humanos;
más, ¿están limpias mis manos?
¡No me preguntes, Señor!.

     Al pagar una factura
me pregunta el vendedor.
Respóndame por favor:
¿Usted quiere pagar IVA?
¡Por favor!. Ni me lo diga,
¡No hago de recaudador!

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