MATEO 6:24. DIOS Y LAS RIQUEZAS: Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, ó estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS.- Mat.7:15- 16. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cogen uvas de los espinos, ó higos de los abrojos?.
Cristo habló de las riquezas,
y también de dos caminos.
¡Si prefieres las flaquezas,
es que amas los desatinos!.
Las riquezas son tiranas,
son causantes del destino,
que explotan gentes villanas,
que andan por malos caminos.
El Señor nos da a elegir,
con toda la libertad;
¡Tenemos que decidir!,
ya que amores, es amar.
Pocos quieren la humildad.
¡Lo que prima es la grandeza!.
¡Nos gusta la vanidad!.
¡Despreciamos la pobreza!.
No serviré a dos Señores;
¿Cuántos me sirven a mí?.
¡Yo no quiero esos honores!.
¡Ni miserias para ti!.
¡A mí de Dios no me hables,
me gustan las puertas anchas!.
¿Quién me va sacar el sable?.
¡Soy el dueño de las canchas!.
¿Qué es muy angosto el camino?.
¡Camino tengo bastante!.
¿No te gusta mi destino?.
¡Eres un pobre ignorante!.
¡Me hablas de la vida eterna!.
¿No es larga la que yo tengo?.
¡Soy el señor de la terna!.
¡Por eso vivo contento!.
¡Yo doy frutos abundantes,
y pago a mis jornaleros!.
¿Qué más queréis de mí?.
¡Ya veis que soy muy sincero!.
¡Que nadie venga a juzgarme,
porque soy un portentoso!.
¡Soy dueño de muchas vidas!.
¿Existe algo más precioso?.
¡Donde tengo mi tesoro,
allí tengo el corazón,
por eso yo aquí deploro,
lo que dijo ese bribón!.
Los tesoros de la tierra,
los va comer la polilla,
y el fango te irá subiendo,
más allá de la rodilla.
¡Tu lámpara está apagada,
y tus actos, no son buenos,
¡No té quedan, ni consuelos!.
¡Dios conoce nuestras vidas!.
¿Pides arrepentimiento?.
¡Pero antes pide perdón,
si tienes entendimiento!.
El Señor nos ama a todos.
¿Tú quieres la salvación?.
Tienes que nacer de nuevo,
y no hay otra solución.
Tendrás que cambiar de vida,
y olvidar esa ambición,
por ser la más grande herida
que tiene tu corazón.
El Señor es la humildad,
es el Amor y armonía,
él es la pura bondad.
Con él no existe agonía.
Si perdonas a los hombres,
Él Te concede el perdón;
pero, si tu no perdonas,
no tendrás la salvación.
Aunque hiciésemos milagros,
se pierde la salvación,
por no andar correctamente,
como nos manda el Señor.
No esperes para maña.
¡Todos podemos fallar!.
¡Arrepiéntete hoy mismo;
pues la vida es para amar!.
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