sábado, 13 de agosto de 2011

PUNTOS DE VISTA

   Demos las gracias a Dios
que tantos bienes nos hizo;
pero también es preciso
que vivamos con infieles,
pero ser cruel con los crueles,
¡eso Dios jamás lo quiso!

   Ver que Dios formó las flores,
y que delicadas son;
con su aroma y perfección;
a nosotros nos dio más,
de Dios vienes, y a Dios vas,
nos dio alma y corazón.

   Muchos tienen mal el alma
y muy terco el corazón,
porque no ven la razón
desde su propia existencia,
y jamás piden clemencia,
son necios sin ilusión.

   Dios nos concede mil bienes,
Y el Diablo nos hace mal,
Huyamos de lo banal
Siendo siempre positivos,
No ser esclavos cautivos,
Ser brisa, no vendaval.

   Dios ha creado las fieras;
Pero el hombre las domina,
Esto así se determina
Por quien todo lo ha creado,
Y nos tiene siempre al lado
Sacándonos de la ruina.

   La Verdad no está en nosotros
tampoco en las religiones,
lo he creído en ocasiones;
pero él me dio entendimiento,
y aprendí, sin escarmiento,
que Jesús nos dio sus dones.

   Fue tanto lo que nos dio
sin que merezcamos nada,
por su gracia, bien ganada
en una Cruz de madera;
triste  y sangrienta carrera
por los hombres despreciada.

   Dios nos dio luz para ver,
también para calentar,
un corazón para amar;
Todo cuanto dio, fue bueno,
porque hasta el rayo y el trueno
vienen a beneficiar.

   Si estamos conforme o no,
que a mi nadie me responda,
lo que a mi me dio, me asombra,
¿qué mas le puedo pedir?
Conozco mi porvenir,
me cobijo con su sombra.

   Hambres, guerras y ruindades,
crímenes y aberraciones,
son por nuestras relaciones
con espíritus del mal,
no despreciar el caudal
que hay en nuestros corazones.

   La lucha que tuvo Cristo
fue contra huestes del mal,
una lucha no es casual,
Siempre es por desavenencia.
Que Cristo nos de paciencia
 para ser fieles y amar.

   A Satanás no le temo;
Porque soy hijo de Dios,
¿por qué no queréis ser vos
y servirle con presteza?
No agaches más la cabeza
Y vamos a orar los dos.

   Tú, puedes ser un Lucero
que brille en el Cielo santo,
orar, y clamar con canto
es lo que se debe hacer.
La Cruz fue el amanecer;
por eso ha sufrido tanto.

   Gracias Señor de la vida,
me sentí como escorpión,
tú me diste la razón
de tratarte como amigo,
viviendo siempre a tu abrigo,
Por concederme el perdón.

San Martín de Podes 26-6-07
Cecilio García Fernández

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