Vemos los caminos rectos;
más son caminos de muerte;
vemos hombres muy correctos;
pero no gozan de suerte.
El alma de quien trabaja,
siempre lo hace para sí;
pero si se da de baja,
la cosa ya no es así.
El hombre necio y perverso
siempre levanta contienda;
pero si lo digo en verso,
quizás no haya quien me entienda,
El chismoso, chismorrea,
y el adulón siempre adula;
si es mala la verborrea;
¡cuánto peor es la gula!
Todo camino es derecho,
según opinan los hombres;
más Dios dice que es estrecho.
Cree en él, y no te asombres.
Los ojos de Dios nos miran,
tanto al bueno como al malo;
¡quiera Dios que no me digan,
que me han visto descarriado.
Cuando el corazón se duele,
el espíritu se abete;
yo quiero que se consuele
y nunca entrar en combate.
Engañosa es la gracia,
y vana es la hermosura;
pero la mayor desgracia
es vivir entre basura.
Proverbios de Salomón,
Rey e hijo de David,
se humillaba con razón,
inclinando su cerviz.
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