Proverbios 16: (22) Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; más la erudición de los necios es necedad. (23) El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. (24) Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos. (25) Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. (32) Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
El corazón del más sabio,
es el más noble y prudente;
porque en el no hay un resabio
que es lo que ofende a la gente.
En el corazón del sabio
no existe la algarabía;
y para que ocurra a diario,
clama a Dios con alegría.
El sabio, sabe que sabe,
que poco puede saber,
porque todo lo que sabe
no se puede comprender.
Jamás puede haber un sabio
que tenga siempre razón;
porque la lengua y el labio
hablan con el corazón.
La mente y el corazón,
ó el corazón y la mente,
no saben lo que es razón
ó lo que es equivalente.
El hombre es espiritual,
y el espíritu ennoblece;
pero lo más habitual
es que el necio no obedece.
Archivamos diariamente
todo cuanto recibimos;
pero ¿qué archiva mi mente?;
lo que hablo con mis vecinos.
De tal palo, tal astilla,
ya que todo mal se hereda;
si el fango está en la rodilla,
muy mala vida me espera.
Con un espíritu puro,
puro será el corazón,
y entonces, yo te aseguro,
que aseguras la razón.
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